Me duele aquí, me duele allá

Poong, the Joseon Psychiatrist (Joseon Psychiatrist Yu Se Pung , Joseon Psychiatrist Yoo Se Pung , The Psychiatrist Of Joseon , Joseon Psychiatrist , Joseon Jeongsingwa Iisa Yusepung , Joseon Jeongsingwa Iisa Yu Se Pung , Joseon Psychiatrist Yoo Se Poong): Hacía días que no hablabamos en el blog de una serie histórica. Mira que hay producciones ambientadas en la época Joseon, con sus trajes rojos y verdes y azules bordados de reyes y ministros de la Corte, y sus intrigas palaciegas, sus escenas de palacios rodadas en construcciones de la época…Un llamativo contraste a la comodidad de los acomodados señoritos con sus túnicas flotantes de suaves colores y los modestos atavíos de los agrarios siervos. Pues aquí sale todo el vestuario al completo, porque la historia pasa como el Tenorio, desde bajar a las cabañas a subir a los palacios (lo de los claustros se lo perdonamos, aquí no hay conflicto con el estamento religioso). Y ya puestos en el mundo rural, ponemos el escenario principal en una clínica abierta a los parias de la tierra y destripaterrones varios, y a donde acuden los señoritos porque que remedio, cuando te duele la barriga no hay soberbia que aguante. Entre sedas de gusanito, algodón, ramie (seda vegetal de ortigas), lino y cáñamo, se va animando la sala de espera de la pequeña clínica donde un día llega, entre exiliado y fugitivo de si mismo, un jovenzano prodigio de la medicina que por culpa de una pifia (luego nos enteraremos de que fue una trampa de esas que se organizan a cuenta de las intrigas del Poder) ha cogido pánico a eso de andar clavando agujas

En el primer episodio ya hay escenita de llantina para lucimiento del actor y dos anacronismo burlones: una maniobra de Heimlich y una RCP.

Como en el fondo esto es un k-drama de asunto médico (basada en la novela «Joseon Jungshingwa Uisa Yoosepoong», de Lee Eun-So, ganadora del Premio a la Excelencia en el 2016 Korea Story Contest) pues la gracia de todo el asunto está en a) los casos clínicos que acuden a tratarse (por ejemplo, el síndrome de Munchausen por poderes del episodio 6,o el síndrome de estrés postraumático del episodio 10)  b) La panda de cabr… Digooooo los simpáticos inquilinos y empleados de la clínica, que parecen todos salidos del catálogo de naufragios de la vida: el médico borrachín y bonachón, la cocinera arremangada, la adolescente alborotada, el niño raruno… a la que se suman la yaya con demencia (afortunadamente, sin cuadros agresivos), la viuda sin estrenar y el criado que acompaña al señorito exiliado, que se hace el tonto con gran aprovechamiento. De alguna manera, todos ellos acaban encajando los unos con los otros de forma natural, y nosotros nos divertimos con esa versión historiada de Un Médico en la Familia, solo que en vez de Dirk Bogarde en bicicleta por las calles de Londres tenemos un médico andariego. Venga, vale. Para tratar a los pacientes, el traumatizado señorito decide que, mejor que pincharles, quizás darles palique sea más productivo. Vamos a inventar el psicoanálisis, oyes, y sin tragarnos a Freud ni a Jung, ni aguantar a Adler ni jugar con el corazón de los pacientes como Lacán… Bueno, un poquito si, porque aun no ha llegado a la clínica y ya se enreda con la viuda que quedó en ese estado antes de la noche de bodas.

Espera, que me estoy haciendo un lio… pero si es la moza la que le convence de no saltar por el precipicio… ¿eso cuenta como transferencia?

Esta serie ha tenido dos temporadas, aunque casi seria mas correcto decir que es una producción de 22 episodios partidos en dos bloques. Un poquito de respiro entre ambas temporadas, pero nada mas. En ambas encontraremos muchísimas caras conocidas con o sin ropa de época, y algunas son muy bien recibidas: está el Tigre que Protege al Rey, (Ahn Chang-Hwan, que lo tenemos visto en muchas mas series), un carnicero con aspiraciones (Kim Min-Jae, que mono es este chico por dios, ya podían todos los raperos reciclarse asi de bien), una parca novata (Kim Hyang-Gi, que salada es esta chica), un fiscal con afición a la hemoglobina (Jang Hyun-Sung, este tiene un CV completísimo, lo hemos visto en montones de trabajos tanto películas como series), un poli chapucero que se fue a la luna buscando agua y jugó con el calamar (Yu Seong-Ju, otro multitarea)… Todos muy correctos en su trabajo, a veces realmente divertidos y juguetones (veterania como en el caso de Ahn Nae-Sang o buena preparación como con Kim Soo-Ahn)…excepto por el actor infantil de supuesto Asperger, que se nos hacía bola, con todos hemos disfrutado. Si con este casting no os he convencido de echar un ojo, al menos miraos las postalicas de fotografía: los escenarios son preciosos, evidentemente está rodada en un “pueblo tradicional” aprovechando exteriores (el ministerio de Turismo de aquí debería tomar nota de cómo promocionar bosques y paisajes), y no se les va la mano con los filtros (ufff menos mal). El episodio 4 de la primera temporada es ejemplar en este sentido, con desaturaciones y etalonaje inspiradores. Caray, que aunque haya quien le acuse de no saber a que carta quedarse en esta producción (demasiados casos sombríos para su ligereza en el tratamiento, demasiadas bromas y despiporres para la seriedad de los casos… jesus, que estrictos) lo cierto es que la promesa de un final feliz donde todos encuentran soluciones y la vida sigue es un alivio

El malo del pueblo pone cara de gato de Cheshire, y es clavadito a Tim curry como director de hotel en Solo en Casa 2… mmm veamos… Kim Hyung-Mook… porras, el chef Totó…caramba y también fue un malvado especulador matacuras…  

Una de las guasas de la serie es ir buscando los voluntarios anacronismos. Por ejemplo, citar a Robin Hood en la época Joseon. Pero si lo llamaban el Reino Ermitaño porque no se trataba con nadie ni quería saber nada de otras culturas… Lo de poner como “planta venenosísima” al infeliz Cyclamen Persicum, planta mediterránea bastante inocente, supongo que sería porque era la especie que en el vivero salía mas económica para que el departamento de atrezzo jugara a la jardinería. Referencias a otras series icónicas las hay a cascoporro, a veces con un guiño discreto (el triángulo amoroso policía-médico-chica, que encima el actor es muy parecido al original que competía con el dr Jin), y a veces con toda la fanfarria posible (¡ay, esos episodios 5 y 6 de la segunda temporada, con sus citas directas de Goblin, Descendientes del Sol y Secret Garden, hasta dando nombres!). Mas pitorreo para la saca: el actor Kim Min-Jae hizo de rey Wang Yeo de Goryeo en Goblin. Y las que se nos habrán pasado por no ser coreanos…

Un «teléfono del amor» de SOS Hotline instalado en el puente Mapo por la Life Insurance Philanthropy Foundation para intentar luchar contra el suicidio. En total han puesto 75 teléfonos en 20 puentes. Dicen que funciona, no se yo… Imagen: koreajoongangdaily.joins.com

Que la salud mental en Corea del Sur aun está peor que en Europa, está clarísimo. No solo en cómo se percibe en la estricta, hipercompetitiva y estratosféricamente machista sociedad coreana, no sólo en el enorme porcentaje de afectados por los cuadros diversos, sino en la pobrísima cobertura terapeútica. Primer punto: que en una sociedad hipercompetitiva, cualquier problema es un signo de debilidad vergonzante. Si «pierdes la cara«, si dejas ver tu alma, estás perdido. Como pirañas, oigan. Segunda cuestión: que la sociedad coreana, con su terrible exigencia , no es lo mejor para los individios. Tanto que En un país en el que se aspira a la perfección física y que tiene estándares de belleza prácticamente inalcanzables, la mente es algo completamente secundario. Según varios autores, muchos coreanos no quieren consultar a un experto en salud mental por la falta de privacidad. Es decir, que tienen miedo de que su registro médico sea visto por otras personas

En 2017, casi uno de cada cuatro individuos sufría de un desorden mental , y sólo uno de cada 10 de los afectados recibió tratamiento (que encima en una gran mayoría era abandonado por el paciente, que habia sino convencido de que a base de shoju y echando narices podía el solito salir del hoyo; total, que el país tiene actualmente el mayor índice de suicidios en la OECD (Organization for Economic Cooperation and Development). Y segun acabó la pandemia (que le ha sentado a la salud mental de la población como un tiro en los sesos), el 95% de los surcoreanos manifiestan estar estresados, con tremendas tasas de de depresión entre los ancianos (que ciertamente tienen contundentes razones para estar deprimidos). Y vamos a peor…los jóvenes están desencantados y enfrentados a un futuro de trabajos basura, sin dinero para fundar la familia que les exige la sociedad y con el único consuelo de beberse hasta la última botella verde. Lass mujeres, lo mismo y aun peor, esclavas literalmente del hogar, y que encima tiene su propia respuesta a la presión: el síndrome de la ira hwa-byung, un trastorno de somatización que aparece cuando las personas no saben ni pueden manejar estados de ira originados por las injusticias. Este síndrome es muy común entre mujeres de mediana edad con un nivel socioeconómico bajo. O sea, que o te deprimes o te cabreas. Y si eres un norcoreano que ha conseguido escapar de los infiernos, resulta que el susodicho paraíso solo era otra trampa. Pues vaya plan… El gobierno se lava las manos, todo el mundo mira hacia otro lado o escupe en los afectados por «ser unos vagos». Y los que no pueden mas se lanzan al río, se zampan las pastillas por cucharadas o se tragan el capñón de la escopeta. Los famosos salen en las noticias, la gente corriente no.

Pero que lúcidos y resultones son los campos de cañas con niebla nocturna. Si, estas cosas las graban de noche con uno enormes reflectores y focos, cuya luz se refleja en las masas de niebla artificial que se han lanzado para esconder el plano posterior, que no nos interesa, y encima sirve de telón claro donde resaltas las figuras y los hierbajos, y haces un estilo de sombra chinesca. Para darle ambientillo, le ponen el filtro azul. Un poquito de iluminación lateral para recortar, una focal muy, muy corta para no dejar apenas profundidad de campo, y hala, apañados

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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1 comentario

  1. Eso les pasa por estar todo el día comiendo, signo de que padecen estrés y hambre y pobreza porque no tienen a donde pagar una cura y por eso tienen esos ataques de ira y lo solucionan comiendo esos platos infinitos

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