Vísteme despacio, que tengo prisa para irme al infierno

Hoy haré un doblete (yaaaaa, con retraso, que han sido unos findes muyyyyyy movidos. Explosivos, diría yo), que tengo ganas de hablar de las dos series, pero, por si mismas, poca entidad tienen. Dos productos para pasar el rato, hacer unas risas y cabecear en el sofá. Y que además son una excelente combinación para señalar lo que pasa cuando la parte técnica es sólida o flojea. Si os gusta la moda, el asunto de los trapitos y tal, es su momento.

The Story of Park’s Marriage Contract (The Tale of the Contract Marriage of the Yeolnyeo Park Clan , Park’s Contract Marriage Story , The Tale of Park Yeon Woo , Lady Virtue’s Contract Marriage , The Virtuous Woman Park Got Married by Contract): empezaremos por la de major realización y argumento, para que no salgáis espantados de la entrada. Ya el cartel nos da muchísimas pistas: una viajera del tiempo que aparece en la época moderna y tiene el choque cultura y tal.

Pues si: en época Joseon, la única hija de un matrimonio noble, que se atraganta con el rol de género que sufren las mujeres bajo las normas sociales confucianas (para que luego os quejemos de la opresión patriarcal actual, ja ja ja), tiene sus vías de escape en comportarse como un chicazo (que si tiro con arco, que si escapadas por la puerta trasera…) y en diseñar ropa que alegre la vida a sus usuarias. A escondidas del estricto gobierno de moralina absurda, cose calzones, sujetadores, camisas… ropa interior que desata el furor de las damas y el odio de los reprimidos, así que la pobre está todo el día a salto de mata huyendo de la policía. Y encima, su socio le hace una pirula y le roba sus diseños. Vale, me caso con un deshecho de tienta, y por ahí cambio mis canales de distribución, se dice la chica. Su pobre madre, desesperada por evitar el desastre si la echan mano (y porque una mujer que no se había casado antes de los 18 en aquella época era una vergüenza), le apaña un matrimonio con un noble de precaria salud (un saldo, vaya). Eeeeeehhhhh, que el deshecho de tienta y el saldo son el mismo caballerete, un solterón que no quería hacer cargar a nadie con un enfermo.

La cosa es que el novio se le muere la noche de bodas (viuda sin catarlo) y a los pocos días la pobre novia es raptada y arrojada a un pozo.

El cual, así, a bocajarro, le pide que se case con el, porque su propia novia se ha dado a la fuga y necesita una sustituta. Que le da igual si es una fantasiosa, está mal de la cabeza o planea engañarlo, lo que necesita es una chica joven vestida de blanco en el altar. Y rápido, que si no, su abuelo no le deja quedarse de CEO de la compañía

El comienzo, como vemos, es potente, con una mezcla divertida de rom-com, misterio, fantasía… pero va perdiendo gas. Y eso que van añadiendo detallitos: el problema cardiaco del protagonista (que tanto recuerda aquella comedieta china del chico con un corazón artificial, la de Ms Crow with Mr Lizard), la bruja piruja de la madrastra…

…las puñaladas traperas, que los personajes de época Joseon repitan sus puestos y roles en el tiempo actual, un espíritu (“K-drama bingo card” pregunta alguno con sorna por ahí)… El final es pelín blandiblub, pero os divertiréis si no pedís que todo ajuste. Lo mejor, y lo que mas puede llamar la atención de mucha gente, es cómo trata y muestra el tema de la moda.

Pues eso, una colección de “momentos clásicos de los k-dramas”. El reparto es bueno, todos son concienzudos, y la pena es que no le hayan dado más cancha a algunos personajes secundarios, que tenían mucho potencial (la hermana del secretario, el hermanastro…).

A Lee Se-Young ya la conocemos, y le queríamos llamar ¡Sombie, sombie! ¡vampira, vampira!. Bae In Hyuk perdió contra un gumiho,

Joo Hyun-Young, la criada pizpireta, Yoo Seon Ho, el hermanastro desnortado, sobre todo han trabajado en shows televisivos. Jo Bok-Rae fue vampiro malote con la protagonista, y ha currado lo suyo en pelis y series. La perversa madrastra (Jin Kyung) al natural es mucho menos siniestra. Kim Yeo-Jin es otra diseñadora mayor y puro algodón de madrecita buena (tan diferente de la fiscal de Vinzenzo)…mmmm ¡Ostras, aparición especial, Ahn Kil-Kang, el portero del Inframundo, jefe de mercenarios y un montón de cosas mas! Y el secretario de la madrastra (Lee Joon-Hyuk), que ha salido en series con esa cara de medio dormido perverso…

My Demon (Mi adorable demonio). Y la segunda del post, para que veáis la diferencia entre un buen vestuario y un trabajo de sastrería mediocre… con una dirección de actores flojita y un saqueo a fondo de tropos de otras series (caray, por lo menos hazlo como cita o broma, no intentes colarlo como original), No lo digo yo sola, en toooodoos los comentarios online la gente se pregunta ¿WTF?

Esto va de una heredera de una familia tan rica como disfuncional, lleva de sonrisitas torcidas y puñaladas, a cual mas piscópata. Las únicas rescatables son la dueña del grupo Mirae (que dura poquito) y su hija adoptada, la protagonista. Evidentemente, ante la atmósfera que se respira la protagonista es una tipa fría y calculadora (hay que sobrevivir, chavales). Por una serie de extrañas circunstancias acaba enredada con un demonio que se dedica a apañar pactos con los humanos, Mefistófeles de fina estampa que vive estupendamente desde hace 200 años cobrando los recibos de la póliza.

Hasta que ¡zas! Se encuentra con la susodicha, y pierde sus poderes. Para evitar quemarse, tiene que colaborar con la dama (pasando por ser su guardaespaldas y hasta contraer matrimonio). Cómo no, se acumulan escenas previstas, y la resolución también es fusilada (me imagino a todo quisque en Corea bufando ante las pantallas MIRAAAAA EL EFECTO PAPEL QUEMADOOOOO). “un guión con recortes de Goblin”. Lo de que el argumento parece escrito por una adolescente adicta al manga Shojo (rom-com para adolescentes con picores vergonzantes) lo comentan varios, así como que los que acabaron firmando el guión y los diálogos deberían haberse esforzado más corrigiendo disparates y fallos. Hombre, que ha hecho un personaje demoniaco más blandurrio que un humano. Y lo de la banda de los golfos apandadores… que cosa tan sinsorga por diosssssss

Los actores… pseeee… El demonio intenta ser frescachón y original (acaba siendo un seductor medio idiota que en todos estos años no ha mejorado su inteligencia), pero a Song Kang lo vimos muchiiiiiisimo mejor de hombre del tiempo; quizás en esta serie andaba despistado y mal organizado, porque se le ve a tratos tan fuera de guión que parece que está haciendo una lectura de mesa italiana y no una toma en rodaje. La protagonista tiene un papel que se supone es “una bola de fuego de aspecto fantástico, inteligente, astuta y decidida”…se supone… Kim You-Jung tiene amplio CV (empezó de niña en esto del cine) y la vimos pintarrajeando: no la pillaremos con un pie en falso. La jefaza (hasta que se la apiolan) es Kim Hae-Sook, que la hemos visto sufriendo japoneses y monstruítos, planeando el Mal… ufffffff menuda lista de trabajos. Y Jo Yeon-Hee, que repite el mismo papel que hizo en la corte del rey y en la casa de los ricos perversos de esposa mala y maleada. Bueno, que salen aquí y allá caras conocidas

Lo que decíamos, el tema sastrería es penoso. Al demonio lo ha vestido el enemigo, que digo, el PEOR enemigo. O simplemente con el presupuesto que le cerraron solo le dio para comprar ropa de moda coreana (el Hallyu que le dicen), pero copiada por el chino de la tienda de todoacien. No sólo es que no funcione, es que nos distrae completamente. Le queda mal, hay errores de guardarropía, y algunos modelos tienen un corte tannnnn femenino que me pregunto si no se confundieron en la selección.