
Confidential Assignment y Confidential Assignment 2: International (Cooperation; Mutual Assistance; Gongjo): Creo que, definitivamente, se ha acabado la temporada de terrazas por la noche y toca cineclub. Todavía sin mantita y chocolate, que este otoño caluroso no lo necesita, pero vamos en camino. Y anuncian nevadas en cualquier momento, así que mejor ir preparando la lista de películas. Nada, nada como un poco de acción y meneos varios para animarnos. Pelis de esas que funcionaron en los 80, (muchas de ellas buddy movie, o sea de colegas), que no necesitaban inclusiones forzadas ni cuota femenina-racial-transversal ni nada de nada. Aparecía todo tipo de personajes de forma natural en los argumentos, mujeres badass y princesitas inútiles, reyes del glam y machotes de pelo en pecho, blancos, negros, amarillos, tostados… encajados en la lógica de los acontecimientos. Sobre todo, se aderezaba el conjunto con chorros generosos de humor, que unas veces era brillante, y otras patético, pero ahí estaba. Y cuando pillé la primera parte de esta (por el momento) dilogía (eh, que la RAE me deja hacer el neologismo, no protestéis) lo primero que pensé al leer el resumen fue: anda, esto me suena, me suena… ¡me suena a cierto poli soviético preguntando si conoces Miranda!
¡Si, si, es lo mismo! Un detective de Corea del Norte (que, como el original ruso, tiene rango militar) que tiene que desplazarse a territorio del adversario (Corea del Sur ahora, antes Estados Unidos) en una “colaboración discreta” para cazar a un criminal peligrosísimo, y es combinado con un detective poco ortodoxo para que le ayude/vigile/controle. Y cómo no, dado que ambos son tipos decentes y ante todo polis, (mal pagados, mal considerados, con trabajos peligrosos, explotados por sus jefes, pasando hambre, frío y sueño, utilizados por los políticos…), por encima de fronteras y políticas, trabajan juntos y triunfan sobre el Mal (esto no es spoiler, a ver si os esperabais otra cosa). ¿historia novedosa? Pues no, claro, ni falta que le hace. Toda la gracia está en las carreras, persecuciones, tiroteos y demás ejercicios de la acción. Ah, eso si, muy espectaculares, los dobladores se han ganado el suelo

El detective soviético y el norcoreano comparten el mismo perfil: secos, lacónico, en perfecta forma física (no, no repiten la escena de la sauna, para decepción de las fans), MUY inteligentes, MUY duros, MUY bien preparados física y estratégicamente. Ambos exhiben un acento que les hace destacar en su entorno (el acento rrrruzzzo del por otra parte casi impecable ingles en un caso, el gutural norcoreano -eh, yo ya empiezo a distinguirlos: hablan muy monocordes con la boca muy cerrada y haciendo trompetilla, con muchas uuuuuusssss-). Algunas cosas cambian, claro: de Ivan Danko no conocemos nada de su vida personal en la fría URSS metida en perestroika (de hecho, es la razón por la que algunas escenas pudieron rodarse en la Plaza Roja), pero de Im Chul-Ryung sabemos que es viudo (por culpa de los malos). A Danko no le complican con líos de faldas, pero a Chul-Ryung le encantaría complicarle la vida la cuñada del sureño, que desde que la moza le pone los ojos encima comienza una campaña de acoso y derribo. Y Danko no tiene el enemigo en casa (todos los malos son georgianos) pero a Chul-Ryung le han salido ratas en su empresa.

Porque si en la peli americana del 87 el delito original es la introducción de la heroína a gran escala en la URSS, en la película del 2017 es la localización de unas planchas de falsificación de billetes, planchas que una banda criminal esperaba emplear en su propio beneficio, pero que un grupo de oficiales corruptos espera usar para llenarse los bolsillos propios. Si, también hay drogas por medio, pero es un aditamento de lo que suele pasar en el mundo delictivo, que todo se revuelve y sirve para que circule el dinero

En la segunda parte, le metemos un detective del FBI, para darle internacionalidad. Eso, eso, un Asian-American, que la población asentada o nacida en USA ya es lo bastante amplia para poder contar con actores propios. Con lo cual el dúo se hace trio, la rivalidad pasa a los dos extranjeros (con el surcoreano haciendo de apaciguador de las exhibiciones testosterónicas), y no sólo en el tema policiaco (claro, cada uno tiene sus propias instrucciones), sino en la pequeña subtrama de los asuntos amorosos. Porque en cuanto aparece por la puerta el del FBI, a la cuñada le cambia el viento en la veleta y se queda embobada con su sonrisa y su frescachona seducción.


Ya no es sólo el afán de ganar dinero de los malosos lo que les mueve, sino que a las drogas en cantidad industrial y el dinero en Suiza se suma ahora un complot para gasear el centro de Seúl a cuenta de una cumbre entre ambas Coreas (que, como en la vida real, acaba en nada). Pues eso, la originalidad no es el mejor punto de la película.

Como en la música antigua, sobre un tema musical conocido se hacen variaciones tutiplén, y sacas una misa de caballeros en liza, diferencias sobre el pastoreo del ganado vacuno, ofrendas musicales…Aqui lo mismo: las escenas típicas de pelis de acción se encadenan con desparpajo, y lo que importa es la presentación. Si el colega «Espíritu de Hierro» no se lanza desde el tejado un par de veces y el malisimo de turno no organiza una ensalada de tiros, no nos quedamos a gusto

La segunda parte no ha gustado a los críticos tanto como la primera, pero el público se lo está pasando chachi desde el estreno. Técnicamente bien resuelta, le perdonamos que algunas escenas (sobre todo las cómicas y la protagonista femenina) estén metidas con calzador, que a veces el ritmo afloje…

Y caray quien está en el reparto: empezando por Hyun-Bin, que repite la plantilla de oficial norcoreano que nos enamoró en aquel k-drama maravilloso de Romeo y Julieta a ambos lados de la Zona Desmilitarizada. (Ondia, que no es el único conocido, que también sale el actor que hacia de padre del protagonista, otra vez como alto oficial… y un secundario…). Me EN-CAN-TA este actor, lo reconozco. Y Daniel Henney, que ha hecho su carrera entre Estados Unidos y Corea… tienen muy desaprovechado a este chico, o igual es que le cubica mas ser modelo que salir en series y pelis… . El malvado Carabel… digoooooo espía es Jin Sun-Kyu, otro que sale por todas partes y lo mismo barre el espacio que corretea con los zombies. Yoo Hae Jin, el actor de carácter (o sea, feo pero salao) ha estado trabajando sobre todo en películas, y Lim Yoon-Am, la cuñada enamorada (aunque no tenga claro de cual de los dos machotes) es mayormente cantante compatibilizando con actriz.

Para no meter mucho el dedo en el ojo del vecino mofletes, aqui en ambas pelis se adjudica la responsabilidad del desastre a oficiales corruptos del gobierno del Norte. Ya claro, tampoco es cosa de ser tan directos. Tampoco vamos a poner en pantalla lo que está mas que explicado en los observatorios: que Corea del Norte tiene un problema gravísimo de pobreza y hambrunas, que la población necesita ayuda humanitaria de la ONU para evitar que la gente muera por millones, y que la financiación se consigue a base de meterse en el fango hasta la cintura: producción y tráfico de drogas a escala salvaje, contrabando con China bestial, venta de armas al mejor postor con grandes facilidades a grupos teroristas, robo de criptomonedas a cargo del grupo Lázarus (precisamente, acaba de hacer una de la suya hace poco tiempo), falsificación de divisas… Que no hay palo quye no toquen, vaya. Eso de que uno de sus mayores fuentes de ingresos son las subcontrataciones de animaciones no se lo cree ni el sudbito mas fanático. Y lo de la droga tiene su aquel, porque ya se sabe que quien produce, consume, pero como el gobierno hace la vista gorda en el consumo de psicotrópicos (sobre todo, metanfetamina y opioides) entre su población (para tenerla amodorrada y calladita, claro)… o sea, que le da igual lo que les ocurra a sus ciudadanos mientras haya bastante mano de obra y no den guerra. Danko se comería el gorro del cabreo al ver cómo los hombres de negocios chinos hacen provisión de marihuana en sus paseos por la capital para llevársela de vuelta a casa, la metanfetamina es un regalo popular entre los ciudadanos y el gobierno hace el teatrillo ante el mundo cerrando cuatro laboratorios y abriendo discretamente cuarenta.

Pues a mi me pareció entretenida y con esos guiños de humor que la hacen más liviana, ni que decir que es un clon de dando pero me da igual, me divierte
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