Entre pólvora, sangre y tormentas de arena (II)

Song of the Bandits (Bandit: The Sound of the Sword , Thief: The Sound of the Sword; la Canción de los Bandidos): Dejamos el asunto de Manchukuo (el estado títere creado por Japón en China) apuntado en la entrada anterior, y hoy vamos a retroceder un poco con esta serie cortita, cortita, que parece más bien la primera parte de una serie más standart (16 o 20 episodios). Entre otras cosas, porque el episodio final es un apaño totalmente hilvanado. Esto no puede quedar así, caray…

Si en la película anterior Manchukuo era un calco del Salvaje Oeste americano, aquí representa con mayor fidelidad la historia original. Ojo, que eso no quiere decir que sea un relato histórico ni mucho menos. Pero sí que intenta encajar la historia en un escenario sin marcados anacronismos, siendo como es una serie de acción y aventuras en la cual el factor romántico es bastante accesorio (imagen: nippon.com)

Pues resulta que érase una vez un tipo duro que vaga como alma en pena por la tierra sin ley, huyendo de sí mismo y de un pasado vergonzoso. Ha sido soldado en el Ejército japonés invasor de Joseon (renombrada Chosen cuando se convierte en colonia japonesa), y con el uniforme ha cometido crímenes de guerra, así que para expiarlos decide que va a ofrecerse en sacrificio a una de las personas agraviadas, un comandante del ejército del Movimiento de Independencia de Corea, que ha emigrado a tierras extrañas y ahora es una especie de alcalde in pectore del asentamiento coreano en Jiandao (actual Yanbian).

Aqui el veterano dando órdenes a sus irregulares

Entre unas cosas y otras, el tipo duro que es un muerto viviente acaba de jefe de una partida de partisanos que se colocan entre los bandidos manchúes (que van a la suya, y si hace falta actúan como mercenarios de los japoneses) y el Ejercito de Independencia de Corea (Korean Independence Army), rama militar del Partido de la Independencia de Corea (fundado en el norte de Manchuria y activo durante la Ocupación de Japón de 1931). Su grupo actúa a modo de milicia para la protección de los coreanos que viven en el asentamiento, y mayormente ataca a los japoneses que los exprimen, oprimen y reprimen. A todos ellos les baila una tuerca, porque normales, normales, no son: un ladronzuelo que maneja hachas, un tirador adicto al opio, un venerable arquero, un grandullón… no se si esto es una partida de Rol o están buscando el Anillo Unico…

Contra ellos ( y mayormente contra el líder) está un coreano reciclado, que es un villano atormentado que intenta asumir una identidad de mando militar japonés (hasta se cambia el nombre) pero una y otra vez se le recuerda que no, que sus orígenes son los que son, y nunca será un japonés fetén. Con lo cual el tipo intenta ser más duro que ninguno, y acaba cayendo en todos los infiernos para atizar el tridente de diablo torturador. Hasta a sus propios subordinados los tiene asustados.

Buah, anda, que estos dos se conocían…es que el protagonista es un antiguo esclavo (un Nobi) propiedad del villano (que pertenecía a la aristocracia -la clase Yangban-, el cual liberó a sus “propiedades” con la invasión japonesa, y luego se las daba de filántropo y humanitario).

Cuando el señorito liberó a su esclavito de forma verbal, siguió teniendolo controlado mentalmente. Presumiento de liberalote, hasta le dejaba bailar con su futura novia. Enfins, apunto que el pobre no habia entrenado mucho, porque baila como un espantapájaros corriendo detras del Castillo Ambulante

Que no me extraña que muchos se hicieran colaboracionistas, porque Joseon y su sociedad neoconfuciana era un espanto si no eras de las clases altas (anda que no nos hemos enterado con los k-dramas de época…), y aunque lo fueras, si eras mujer date por rejodía.

Bueno, no fue el único, también la dueña del Saloon trabajó bajo su mando (mas bien su bota)

Señorita pitiminí era la novia, tan moderna ella trabajando para el ferrocarril (ese que tanto peso tuvo en Manchukuo), y realmente es una agente quintacolumnista del Ejército de Independencia de Corea

No falta ni el asalto a la diligencia con bandidos en galopada infernal

Hay quien ha descrito esta serie como “un spin-off de Mr Sunshine con esteroides y altas dosis de violencia”. Fo vale, fo mu bien, fo malegro. No es la primera vez que nuestro Gilito hace parodia y cita de esa serie canónica. En casa la vimos encantados, porque hay acción a raudales, humor frescachón, aventuras mil, héroes redimidos, magníficos escenarios, estupenda fotografía… si es que somos simples, si, si… Los malos la palman de veinte en veinte en momentos álgidos, que para eso son los malos invasores, y los bandidos mercenarios también, por asalvajinados

Ondia, las tormentas de arena de Arrakis y Paul Atreides… ah no, que es nuestro Gilito en plan bienplantao

Al frente del tinglado está Kim Nam-Gil, que como Errol Flynn hace de su personaje favorito repartiendo estopa y disparando (el Guardian Grim Reaper, enemigo al que pone en el punto de mira, enemigo borrado de la lista). Pero vamos, que a el le perdonamos tooooooodo. Se acabó lo de dar leña sin matar y poner sonrisas mefistofélicas, aquí toca cara vinagre como cuando cazaba psicópatas, todo el peso del dolor recae sobre sus hombros. La que se las ve con el es la asesina contratada (Lee Ho-Jung, buena elección), que le come la tostada si se descuida. La que bien a gustito le comería los morros es la novia del villano, que no necesita una dama de compañía para ir por ahí organizando zancochos (Seohyun, si se le pone a tiro le va a dar azotitos). El villano frustrado y candidato a cornudo (está cantado, caramba, y se lo tiene merecido) es Lee Hyun-Wook, que era uno de los siniestros inquilinos de la casa de huéspedes. Y no me digáis que cuando sale Cha Chung-Hwa no os dan ganas de gritar Heidi Mamaaaaa, o Señoraaaaa otra de Fideos… ha salido en muchas mas series y pelis, id buscando. Como a Ko Kyu-Pil, que ya hizo migas con el cura feroz, buscó herederas y tal y tal. O Yoo Jae-Myung, que puso despacho en Geumga Plaza

Repasito histórico: recordemos que Japón ya había metido la mano (y el pie, y el culo, y…) en Manchuria en su Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental, que proyectaba un Imperio Japonés extendido como una gran metrópolis isleña y sus expansiones por toda Asia (y según algunos, el primer paso para el Dominio del Mundo Mundial MUAHMUAHMUAHMUAH), en oposición a su reflejo especular, el Eurasiatismo (debía ser la gripe de la época, a todos los revolucionarios les daba por invadir al vecino y decir que le habían arreglado la vida)

Lo del ferrocarril que tanto tajo tiene en la serie tiene muuuucha tela que cortar: en 1931, Japón organizó un ataque de falsa bandera contra el tren, en lo que se llamó el Incidente de Mukden. El falso ataque sirvió para justificar la ocupación de Manchuria por el Ejército nipón. Les dio igual: Japón invadió el Noreste de China “para proteger sus intereses comerciales y a su gente” (uy, igualito que unos que yo me sé) y estableció el estado-títere de Manchukuo. La siguiente maniobra fue pergeñar una organización especial para sus Chosenjin, y empezó a trasvasar migrantes granjeros coreanos de manera masiva y sistemática. Para cuando los japoneses se rindieron en 1945, ya había mas de 2,16 millones de coreanos instalados en China, de los cuales retornaron unos 700.000 tras la II GM

También se inventaron el estado-títere de Mengjiang en otra parte de Mongolia para meter cizaña entre manchúes y chinos (y jorobar a Rusia), pero esta es una historia que todo el mundo mete debajo de la alfombra. ¿A que no teníais ni idea, eh? Pues gracias al blog de Kimchimikis y su Libro Gordo de Petete ahora ya lo sabéis (Imagen: SheldonOswaldLee en DevianArt)

Pero esos colonos no llegaron así, sin más: durante los años 1910-1934, las inspecciones de catastros y planes de producción de arroz organizados por el Gobernador General de Corea (japonés) forzaron a miles de granjeros desfavorecidos a perder la propiedad sus tierras o ir a la bancarrota. Dado que no había bastantes zonas urbanas e industrializadas para absorber la mano de obra, tuvieron que coger el petate y trasladarse a China (mmmmmm plan perfecto, dijo el tipejo, frotándose las mano mientras acariciaba su pistola), concretamente a Jiandao (Chientao) denominado Gando o Kando en Coreano, una zona fronteriza en la ribera norte de río Tumen. La demografía de la región se dividió en cuatro grupos principales: nativos coreanos, nativos chinos, manchúes, exiliados rusos y colonizadores (invasores) japoneses, que eran los que mejor vivían, disfrutando de privilegios y ciscándose en el resto. Las posibles ventajas de que “gozaban” los coreanos sólo conseguían que los chinos y los manchúes les cogieran una tirria enorme, y llegaron a provocar ataques y rebeliones contra ellos (¡¡plan perfecto!!). Una pequeña élite migró por su cuenta, intentando mantener el status socioeconómico que habían disfrutado desde siempre, y que se habían asegurado apostando por el colaboracionismo durante la colonización japonesa. O sea, el villano de nuestra historia. Según cambiaba el viento de la historia, así manejaban la aguja de marear, alternando entre la colaboración y la resistencia con los japoneses

En los años 30, muchos coreanos reubicados en China se unieron a las fuerzas antijaponesas del Partido Comunista, hasta constituir la mayoría de sus miembros (normal, era la única opción, eso o dejarse reventar la cabeza). Estos no, estos inadaptados van por libre y son apolíticos

En la serie, se hace referencia a la Masacre de Gando, una masacre cometida por los militares japoneses contra los coreanos emigrados. Aprovechando la excusa del Incidente Hunchun (a ver, tampoco vamos a canonizar a los coreanos, que cuando estallaban también hacían sangre) los japoneses aplicaron una represión brutal. Un pequeño ensayo para la Masacre de Nankin, que les tocó a los chinos.

Tiendas en Yanbian. Imagen: koreaexpose.com

Y sigue existiendo una potente población de los decendientes de dichos emigrantes: según el País, algunos de los locales que proliferan como comida coreana están abiertos y regentados por personas de la comunidad chino-coreana de la actual Jiandao , creadora de una gastronomía híbrida que en las barbacoas se materializa con la incorporación de condimentos y técnicas de la cocina china. La principal diferencia entre este tipo de barbacoa y la coreana es que la carne se suele servir en brochetas y, además, se marida con una gran variedad de especias chinas

Otra vuelta a la escena del ataque a la diligencia, con sus dos planos bien diferenciados (primer plano con figura en grande de un jinete en la tercera parte de la derecha, y plano de fondo con camioneta perseguida por mas jinetes ocupando las partes una y dos de izquierda y centro). Paleta de colores muy monocroma, un cielo luminoso pero turbio (la polvareda), un etalonaje cálido, contraluz para dejar las silueta bien resaltadas. Se conservan las gradaciones de las altas luces (pero ojo, no hay verdadros blancos, ni puros ni rotos ni na de ná) y dejamos hundirse las sombras, porque no nos interesan los detalles en oscuro

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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  1. Avatar de Desconocido

5 Comments

  1. gracias por la historia casi mas truculenta que la serie que segun la veo hay muchos japoneses abatidos que casi no dejan a ninguno, muchos tiros y mucha persecución, muy entretenida pero si no conoces la historia ni fu ni fa, una de acción mas

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