Animalitos y animaladas

Hwayugi (A Korean Odyssey): Una serie de elementos fantásticos propias del folklore chino, puestos al día. Madre mía, qué bien saben estos guionistas (concretamente, son dos hermanas famosas por eso mismo) coger los materiales originales tradicionales, darles la vuelta de arriba abajo y rehacer una nueva historia. Me chirrían los dientes de envidia porque, con la riquísima tradición que tenemos en España, aquí no saben (o no pueden, o no les dá la gana) de bucear en el folklore propio para escribir maravillosos guiones, y cuando se atreven prefieren usar como fuentes relatos e historias de bases en el comic americano o relatos de literatura moderna, en vez de volver a las fuentes etnográficas. Caramba, como si el padre Coloma no hubiera dejado material. Pero si te vas a una biblioteca etnográfica con un portátil, un bocadillo de jamón y dos botellas de zurracapote, y sales con argumentos para inundar las productoras. Que no es caspa, señores, sacudámonos los complejos y reconozcamos que Vladímir Propp ya nos dejó una buena línea de siembra, y que folkoristas como Galán Bergua o Caro Baroja (por citar a dos titanes) deberían ser fuentes que manan para rellenar cabezas pensantes

Con ustedes, Sun Wu-Kong, el rey mono original. Muy discretito el…

Porque esta serie es un reloaded de una historia clásica, tan conocida en Oriente como el Quijote o el 1080 Recetas de Cocina aquí: Viaje al Oeste o Peregrinación al Oeste (chino tradicional: 西遊記; pinyin: Xī Yóu Jì) es una de las cuatro obras clásicas grandiosas de la literatura china. Publicada el año 1590, tradicionalmente se la asocia con el erudito Wu Cheng’en. La historia narra las aventuras del monje budista Xuanzang (602-664) en una peregrinación a la India para conseguir unos textos religiosos, acompañado de tres demonios: un mono, un cerdo y un duende del agua. Sobre este texto se han hecho innumerables versiones en cuentos cortos y largos, películas, series, manhuas… (por cierto, si pilláis la película china de 2016 es divertida, sin pretensiones y con muuuuchos efectos especiales, fenomenal para un finde encerrados entre frentes atlánticos invernales, y reconoceréis muchos de los personajes de la serie)

Aqui, cuando todavía quería comerse a la protagonista en sentido literal y pasando muuuucho frio. Claro, lo repite varias veces, el nació en un volcán, el invierno de Seúl lo está dejando hecho polvo. La terracita de la chica me chifla, cuando nos cambiemos de casa le voy a convencer a Paco de buscar algo así que tiene mucho juego

Otra pequeña aclaración: en el taoísmo y budismo, los demonios no son intrínsecamente malignos, como se (mal)traduce en Occidente. Representan a las fuerzas caóticas y básicas, los impulsos, los instintos… son el contrapeso a los dioses, que son estáticos, quietistas y pasivos. Ambos se complementan y necesitan para crear el Tao. Un mundo sin demonios es un mundo inmóvil y muerto, igual que un mundo sin dioses es caótico y desintegrado, ambos atrapados en su incapacidad para ascender. El Tao necesita ese equilibrio dinámico para no quedar consumido en la entropía. Por eso los demonios de este k-drama son capaces de mostrar actitudes positivas como el amor, la capacidad de sacrificio, la estrategia, la apreciación de la belleza… Toda esa energía encauzada y combinada es capaz no sólo de trascenderse a sí misma, sino de regenerar el mundo

El personaje principal definitivamente nos recuerda que simio es, y como tal se comporta. Ropa extravagante y llamativa, el abrigo de pieles (como el pelaje de un mono), su falta de control y desinhibido hedonismo…

A lo largo del drama, y según el personaje de Sun Wu-Kong va depurándose, su aspecto y gesticulación pasa de ser tirando a “simiesca” a más humana. Su vestuario se hace elegante, deja la ropa estrafalaria por conjuntos de fina sastrería (aunque el estilo de la moda Gangnam nos choque a los occidentales), y cuanto más serio se pone, más guapo resulta. Atractivo lo es desde el principio, por el desparpajo y el salero, pero poco a poco va asomando un caballero la mar de interesante y pinturero, que se toma sus aguas de Seltz en la barra del club con pose de modelo y se revuelve celosote cuando aparece otro competidor. En los relatos originales (como en su encarnación india, Hanuman) el rey mono es capaz de alborotar cielo y tierra, contumaz y follonero, y si se mete a pedir la petaca del cura se queda con la petaca, la sotana y la iglesia entera. Ya subió a los Cielos a enredar con unos melocotones, qué no hará en los Infiernos para salirse con la suya…

La serie está llena de detalles que un coreano capta a la primera y enriquecen el guion (y aquí no nos coscamos). Como el gesto displicente con el que llama al villano para hablar con él, con la palma hacia arriba: así se llama a los perros en Corea, ven chucho. Para llamar a una persona se emplea la palma hacia abajo SIEMPRE. Un insulto bien colocado en un plano que dice muchas cosas sobre la falta de escrúpulos del villano (que se deja insultar a cambio de lograr el contacto) y la demostración de superioridad del “hermano mayor”

La protagonista (versión femenina del monje budista original, protegida por el rey mono) aunque es voluntariosa, espabilada, sacrificada y tal tiene un punto ciego en lo de creer que la culpa de todo lo que le pasa es porque se ha topado con el demonio-mono. Que no, mujer, que tu ya eras rarita de serie…y si, el mono está loquito por tí sin trampa ni cartón desde mmm veamos… el capítulo cinco o seis a ojo de buen cubero. Pero como en el fondo eres una insegura, no sumas dos y dos y te dejas llevar por los discursitos macarras

El demonio-cerdo, ese PK con el que nunca sabes si va a Rolex o a setas, es talmente el hijo putativo de Paco Clavel.

El cerdo queda redimido por el amor filial que muestra hacia la chica-cadáver (otra actriz que hace un doble papel fenomenal) y el ambiguo jueguecito con el pulpo, que está intentando hacerse con el control de un cuerpo sin tentáculos pero con tetas y culo (escenas que remiten a las películas clásicas del «cambio de cuerpos»). Yo que el pulpo le hubiera echado la ventosa al General Invierno-heladero por el día y al Hada del Verano-barista por la noche, que ya se sabe que los cefalópodos le dan a todo, todo, todo (incluidas esposas de pescadores necesitadas).

El Rey-demonio ¡ay torito bravo! se nos hace simpático, aunque su entrada sea la de un Risto Mejide al otro lado del espejo, lleno de tics. Ojo, el mismo avisa que todo el numerito es para ganar audiencia de su programa, una payasada bien calculada. Cuando se pone serio, se pone MUY serio

Bien filmada, muy bien interpretada, los FX necesarios (excepto las máscaras de gorila de los espíritus del mal de los primeros capítulos, sospecho que no les dió tiempo a los chicos del CGI de terminar de afinarlos), y la vuelta de tuerca a los tópicos del relato original como ese brazalete dorado (otra puesta al día de la diadema coercitiva).

Y aquí cuando por fin se la come. o ella a el, que la señora no es una nena y la pobre no ha tenido ni novio ni pareja ni nada hasta entonces… Viene de un plano desenfocado con el caballero a veinte uñas encima, unos cuantos planos de la habitación con la cama desordenada y la ropa tirada, el hielo de la copa que se funde, voces suaves… vamos, la relajación del postpartido, que ha sido de supercopa.

La BSO original me gustó mucho, es amplia y variada y no aburre (ya elegí un tema en el post de canciones, el de let me out). Varios temas bien colocados y abundante música incidental, incluyendo un guiño a Edith Piaf

La secuencia analizada: toda la imagen se decolora de un sepia nostálgico (se supone que es un documental de la época de la invasión japonesa) a un B/N de película antigua con entorno inmovilizado, escena suspendida, donde la pareja (que conserva un color en una paleta de sepias y carmelita) avanza por el centro con la luz tras ellos. Según se mueven, surgen llamas rojas y amarilla (extensión de la paleta cálida) que aportan el contraluz, equilibrado la suave luz azulada de relleno. ¿Quién dijo que las fotografías en B/N con un solo elemento coloreado son cursis y obvias? pues todo depende de cómo las manejes, aquí está completamente justificada

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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10 comentarios

  1. Me encanta la mitología. Tengo q decir que Goblin, Está, y mi señor de 9 colas de
    Momento son las favoritas, aunque con la Mr queen me parto. Me alegro de q te haya gustado 😊

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  2. Y no hay vampiros? Pues están degenerando. Pero lo podemos perdonar por la zombi . Algo hay que poner de la mitología dramatil: orfanatos,vampiros,zombies,políticos corruptos, malos y buenos, a ver amplíen la lista.

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  3. todavía no la vi, no se si caerá algún día, siempre encuentro una excusa para no verla. la OST si me la escuche, que me gustó, pero la serie en su momento no me llamó nada, otra vez lo mismo pensé (que está más que relamida la historia en que se basa), y luego…la verdad es que no sé si fue por todos los accidentes o qué pero tampoco fue un boom de audiencia como Goblin u otras, así que seguí reticente que si no les gusta a los coreanos…. y pienso en la de la novia del Dios del Agua que fue puffff y que no, que hay muchas de la misma historia…otro día será…eso sí, muy buena tu entrada.

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    1. Jjaja Senseiiiii que tu llevas mucho en esto y yo acabo de llegar, claro que te sonará conocida. Para una rookie como yo, es novedad. Y también creo que todos los accidentes (incluyendo uno mortal) que hubo en el rodaje les dio mal rollo a los espectadores. O que se les fue la mano con el personaje del toro y se dieron por aludidos por cómo los engañan con los talents shows…

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