
Me dice mi buen Paco: para cenar, lo que sea, pero frío, muy frío. Que se están derritiendo los ladrillos de la pared. Bueno, pues como ya tenía en mente lo de probar esta receta, aprovecho para usarlo de conej… de catador avezado, y después de un análisis de lo que se puede y lo que no se puede replicar, saco mi propia versión del Naengmyeon, la sopa fría de fideos de trigo sarraceno. La habéis visto en algunas series que hemos comentado (es la golosina que se zampan los reclutas cazazombies después del partido), y ha llegado a ser asunto diplomático y símbolo de la deseada reunificación

Esta vez he probado la versión mul-naengmyeon: 물냉면, o sea los fideos sin picante y con caldo de carne, que así también nos hidratamos. A partir de la receta fundamental (originada en la dinastía Joseon), hay cientos de variantes: pongo esto, quito lo otro… dependiendo de los gustos y productos accesibles.

Como no tenía ganas de hacer caldo con el calor que tenemos y los precios de la electricidad, compré una caja de caldo de carne, puse una taza en un cazo, corté en laminillas un trozo de2 dedos de raíz de jengibre y unos rabos de cebolleta fresca, añadí una cucharada de soja, un pellizco de azúcar moreno, lo herví un par de minutos y le dí un escaldado a un filete de carne de chuleta de cedo que esperaba su momento en el frigorífico. Lo justito para que no quedara cruda. Saqué la carne, la puse en un platillo, devolví la porción de caldo hervido y reforzado al resto de líquido, y dejé toda la noche que infusionara en el frigorífico.

Los que se utilizan son de trigo alforfón, y hasta en los paquetes encontraréis que la principal receta indicada es la que hoy reseñamos. O sea, son estos, seguro.





A emplatar se ha dicho. Ponemos un puñado de fideos en un cuenco, añadimos las rodajas de pepino y de pera, los trozos de carne, el medio huevo y el caldo de carne colado cn una cucharada de vinagre de manzana y dos de líquido de kimchi. Ah, que tampoco, que tenemos que ir a la tienda… bueno, pues un poco de líquido del chucrut del supermercado. Un pellizco de semillas de sésamo tostadas, y a disfrutar. El toque dulzón de la pera le da un regusto estupendo, los fideos están en su punto, y como no lleva ni grasa ni picante se duerme de maravilla con esta cena

