
A Bittersweet life: La tenía pendiente hace tiempo, por aquello de que es una película de culto, que descubrió el género “violencia gansteril coreana” al resto del mundo y porque, que diablos, Lee Byung Hun tiene ese je ne sais cuac, que hace que cuando vemos su nombre en un casting, nos apuntemos a ver lo que sea. Aunque sea una película “antigua” (venga, del 2005, más viejo es el Pilar y seguimos bajando a verlo). Hala, sesión de cine clásico coreano, marchando una de sopa de tripas coreana (Gopchangjeongol).

Hala, al lío: Erase un empleado de confianza del jefe de una banda, un fiel pistolero que lo mismo hace de gerente de un garito que vigila a sus gansters, al cual le encargan vigilar a la novia del susodicho mandamás, con la mosca detras de la oreja de que la dama está engañándole con un caballerete más joven y más guapo, mientras le vacía la billetera. Bueno, para eso están los hombres de confianza, para hacer encargos delicados cuando te vas de viaje. Tu me controlas a la moza, y si ves que se refrota con un doncel, me avisas y yo te digo qué hacer, pero oyes, si eso me los liquidas en el acto. Es que yo la quiero mucho… Pues vaya amor mas deletéreo, oyes.

Así que le toca al protagonista andar del coro al caño y del caño al… enfins, detrás de la doncella que, delicada y espiritual, escamotea al mancebo que le hace suspirar de gustito. Tanto va el cántaro a la fuente que al final los pilla en harina metidos, no hay escape posible. Que llamo, que no llamo… pues no llamo, les ordeno despedirse para siempre y les hago prometer que no volverán a verse en la vida, que borren el asunto de sus mentes (-“¿que te has creído, me has salvado la vida o que?”- dice la listilla. Pues sí, merluza, te la ha salvado a ti y a tu noviete)

Ese acto de compasión y amor sacrificado (tan distinto al que excusa su salvaje jefe) le va a traer muuuuuchos problemas. La cosa es que la banda rival lo caza y, con las bendiciones de su jefazo, le mete una somanta de palos y lo entrega a su competidor en la jerarquía de la banda. Primero uno y luego otro, lo someten a una larga tortura que incluye colgarlo como una canal de ternasco, enterrarlo vivo, romperle una mano (detalle de fantasía: con las fostias que se lleva, debería llevar la cara hinflada como un balón de playa durante semanas… pues no, oyes, solo detallitos aqui y allá)… Echa un ojo a la barra de tiempo y dices uy, este tipo va a sobrevivir y la venganza será larga

Efectivamente, el apalizado protagonista consigue escapar y esconderse para ocupar la parte final en un agónico calvario. Que no sé de donde saca tanta energía, porque va regando de sangre la ciudad. Será que la sonrisa que le ha conseguido sacar la chavala le ha purificado y aportado un extra de vida

Los comentaristas suelen quejarse de que no entienden la escena final (sobre los títulos de crédito), en la cual se ve al protagonista en el club del que es gerente (y en el cual hemos comenzado la película) disfrutar la panorámica de la ciudad nocturna y jugar con su reflejo a hacer un poco de boxeo sombra, sonriendo para sí. Yo también tengo mi propia teoría: el director grabó la escena pero, en el montaje, no encajaba con el discurso cinematográfico (si le ves sonreír desde el principio te quedas sin la sorpresa de ver cómo se le ilumina la cara al oír ensayar a la moza), así que la colocó allí (realmente es una imagen muy bonita) para poder disfrutarla y que pensaras que sí, que realmente el hombre tiene un complejo mundo interior al que accedió por una puertita la música y se la dejó entreabierta.

Técnicamente, aunque el aspecto parezca un poco anticuado, sigue siendo excelente, con peleas bien coreografiadas y mejor filmadas. A diferencia de la peli francesa, aquí no apuestan por el desaturado, y a ratos los colores parecen demasiado “subiditos” para algo tan sórdido. Eso si, la música fenomenal la mayor parte del tiempo, me encantó esa piezas morosas y delicadas (ele ahí, hasta rasgueos de guitarras tiene) cuando está granizando plomo por todas partes (ay ese valsssss ese valsssss) . Piezas no solo nostálgicas, sino austeras en su instrumentación.

De Lee Byung-Hun que os voy a decir, un actorazo como la copa de un pino que nos alborota las pajarillas y con una voz auuuuuuuu cómeme lobo miooooooo, encima licenciado en literatura francesa y teatro. Yo creo que se divirtió haciendo un trasunto de Alain Delón. La sirena destructora de hombres que quiso picotear en la mafia sin mancharse es Shin Min-A, que con esa carita de inocentona tuvo una clínica dental desde la cual veía el barco de chanquete. El tio del gorrito con gafas es Lee Ki-Young, que lo hemos visto liado con brujas, zombies, pirómanos, curas cabreados… esos ojos huevones son inolvidables. Y todos están estupendos, incluyendo los desnortados vendedores de armas en el mercado negro y su vengador hermano, (Moon Jung-Hyuk / Eric, aunque dedicado sobre todo al k-pop y programas televisivos, ha hecho sus trabajitos en cine y series) que pondrá el broche final tirando al tuntún.

Sobre el tema de dónde conoció la chica al jefe mafioso… no se dan detalles, pero supongo que por el sistema habitual: encuentro en algún evento social (no le veo yo muy orientado al yayo para retorcer el esqueleto haciendo clubbing), el viejo que se le van los ojos detrás de la niña, una tarjeta de “si necesitas algo, pídemelo”, la chica que se deja querer… y ya tenemos al sugar daddy refrotandose la cebolleta con la joven piel. No es una excepción, porque en Corea del Sur hay 7,000 tipos que entran en esa categoría (y aun son pocos: en Japón hay 32,500 28,600 en Hong Kong, 27,300 en Taiwan, 12,000 en Vietnam…). Las enormes diferencias económicas, la falta de futuro para las mujeres, la existencia de hombres muy poderosos económicamente y muy miserables, la tradicional cultura confuciana machista (que ríete tu de la cultura occidental, ja ja y rejá) pueden volver atractiva la “carrera” de “amante jovenzana de un viejales ricachón”. Vale, que de eso también tenemos por aquí en carretadas, y con larga tradición, aunque no se les llamara así. Pero el concepto es idéntico, juventud vendida al mejor postor. Hay hasta páginas para poner a ellos y ellas en contacto, que no digan que no hay facilidades. El caso inverso, mujeres mayores y poderosas con bel amis, es mucho mas raro (y discreto), porque hay muchas menos mujeres en las élites económicas, generalmente pertenecen a familias de chaebols, y los hombres de la familia no van a permitir que puedan divertirse a su gusto

pues sí, parece un clon de la peli francesa de Alain Delon, con algunas similitudes, la francesa la he visto y me gusto mucho aun siendo viejuna pero tiene fuerza y ese blanco y negro le da un aspecto dramático que no se si la coreana lo tiene, basandose en un guion firme, con sustancia, alejado de peleas y con tensión en persecuciones y final casi sorprendente cosa que la coreana busca la espectacularidad y los efectos, no se poco he visto la coreana tampoco puedo juzgarla pero si mi chica dice que está bien la creo.
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