
The Outlaws (Criminal City , Crime City) + The Roundup (The Outlaws 2 , Crime City 2) + The Roundup: No Way Out (The Outlaws 3 , Crime City 3) + The Roundup: Punishment (The Roundup 4 , The Outlaws 4 , Crime City 4): Pues que estamos en plena ola de calor (la primera y ya nos ha dejado molidos), ni con la ventana abierta podemos dormir, y encima en la terraza de abajo se han instalado los jacarandosos de turno convencidos de que el barrio se ha deshabitado por algún extraño fenómeno y sólo quedan ellos con el gintonic guarrindongo en la mano. Aprovecharemos pues para poner esta saga que promete/amenaza a seguir echando cartas sobre la mesa. Y con muchos tiros y muchos ruidos sospechosos y mucho jaleo, a ver si los de la terraza se creen que hay movida en la calle y se largan a otro lado a seguir la juerga

No, la idea no es ni novedosa ni original, ni evidentemente intenta profundizar en asuntos sociales o psicológicos. Tortas, palomitas y cine de verano. La primera ya marcó el paso a las que vinieron detrás: Los malos malísimos en todo su furor sociópata aplicando la violencia. hasta que vienen los polis y les dan palos hasta el cielo de la boca. Que se los han ganado a pulso, no cabe duda.

Con esta simple línea argumental, lo único que cambia es el jaez de los malvados a los que se enfrentan. No nos interesan los asuntos personales de los policías, sus temas familiares, sus asuntos paralelos. Y de los malvados nos la trae el pairo si los fabricaron así o fueron Traídos A Nado (los que sois fans del Hombre del Sombreo me entendéis) por la perra vida. Que no me cuentes tu vida, chaval: si traficas con drogas o con personas, robas, secuestras, matas … van a ir a por ti y a dejarte la cara como un saco de boxeo. Te vas a tener que cambiar la foto en el carnet de identidad de la somanta que te vas a llevar

En la primera de la serie, los malos son dos gangs chinocoreanos que intentan quedarse con una zona de la ciudad para hacer sus cosas de mafiosos. Por ejemplo, extorsionar a los desgraciados que intentan sobrevivir. Aquí no puedes andarte con pañitos calientes, si hay que aplicar medidas fuera de la ley, se aplican. En la segunda, el malo es un tipo que ha huído a Vietnam y deben traer de vuelta a Corea. En la tercera, el malote es un nene rico, hijo de un chaebol (el presidente de una gran empresa) que encima ha metido en el ajo a la Yakuza japonesa (versión hard, nada de esos yakuzas de chantillí que se han puesto de moda), que son los distribuidores de la droga sintética. En la cuarta, el Mal se lo reparten entre un mafioso que se dedica al juego online desde Filipinas (recordemos que en Corea el juego y las apuestas son ilegales) y un programador que monta grandes casinos online, ambos asociados para desplumar a todos el que se deje ( si, si, socios… las pirañas no tienen socios, solo comidas aplazadas). El programador cree que tiene en nómina al mafioso (al que se pega toda la película llamando con diversos sinónimos de “perra”) y el mafioso tiene claro que a veces hay que invertir en paciencia.

La primera es la más novedosa (es un decir), en la segunda levantaron el pie del acelerador (rodaron en pandemia y salieron como pudieron del paso), en la tercera volvieron a meterle ganas y la cuarta sigue arriba. Vale, el guión de las cuatro tiene agujeros y altibajos, pero en las cuatro las escenas de peleas están fantásticamente coreografiadas y muy bien coordinadas con el cámara. No es fácil hacer esos ballets llenos de cinética y ritmo: en la cuarta, quedamos enganchados a la pelea en la zona VIPS del avión, ejemplo de cómo rodar en un espacio tremendamente complicado. Un premio hay que darle a ese operador de cámara que se ha tenido que retorcer, colgar y trepar entre las minicabinas de los asientos. Yo sospecho que han usado una recreación de estudio con las plazas desmontables, y según hacían las tomas montaban y desmontaban los asientos y paneles para meter al operador y su steadycam. Eso es planificación y coordinación, si señor

Los actores… pues muy bien, empezando por el primer malo, el chino calmado y terrorífico (Yoon Kye-Sang, un idol reciclado que estuvo poseyendo gente); el segundo, el empresario asesino (Son Suk Ku, que ha hecho teatro y tele y se ha metido en dirección de arte y director de cortos, y estuvo fenomenal como turbio policía y cazando desertores); el tercero, el niñato insoportable (Lee Joon Hyuk, que fue principito) asociado al yakuza feroz (Aoki Munetaka, que despues ha estado cazando a Godzilla y tiene un buen CV); el cuarto, el matón paciente (Kim Mu Yeol, que antes coincidió con el protagonista en campos cambiados). Y el protagonista absoluto, el number one, nuestro Bud Spencer comedor de kimchi… ¡Ma Dong Seok, el único, el inigualable, el que mejores guantadas a mano abierta sacude! En las dos últimas películas de la saga ha sido productor ejecutivo (sobre todo ponen recursos, contactos y llamadas telefónicas) y suponemos que repetirá función en las próximas cuatro películas del Monster Cop que anuncia; viene de cazar cocodrilos postapocalípticos, va a repetir en nuevas películas como Dios de la Casa… por cierto ¿sabíais que de jovencito estuvo viviendo en Ohio? Por eso habla ingles perfectamente y ha trabajado en los engendros de la Marvel…no me joas, la de Eternals, que manera de desaprovechar a este pedazo actor y entrenador de Artes Marciales Mixtas (MMA). Y repiten en la fiesta Kim Young Woong (a este le hemos visto uffffff montoooones de veces y en todas triunfa), Kwak Ja Hyung (otro tipo de muecas y guiños) y Park Ji Hwan (tambien le conocemos, si si…). Vale, muchos de los actores han coincidido repetidas veces aqui y allá, os divertiréis localizando caras conocidas

Así que no pidáis discursos elaborados y tal, que aquí venimos a los que venimos: chistes mediomalos, argumentos mediobuenos, polis físicamente activos pero al mismo tiempo astutos e inteligentes, mucho trabajo de coreografía belicosa y diversión asegurada si os gusta este género

Lo de elegir como lugar vacacional criminal Vietnam en la segunda entrega no es casual: este país es el primero en número de casos de crímenes contra coreanos. Aunque cuidado, que la zona mas peligrosa para los turistas coreanos es China (claro, está mas cerca y recibe mucho turismo de esa zona). No nos pongamos estupendos tampoco: España encabeza la lista de robos al descuido (2,748 en 2022). Los coreanos, cuyo país tiene una tasa de criminalidad muy baja (lo suyo son los delitos y estafas financieras de todo calibre) no están entrenados en esquivar los peligros del extranjero, donde son especialmente vulnerables (exhibición de objetos atractivos para los asaltantes, incomunicación… y que destacan como si llevaran una luz de emergencias en la cabeza entre la multitud. Igual que si nosotros vamos allí, con nuestro desparpajo mediterráneo, hablando a gritos, sin entender un pijo de los carteles y señalizaciones, vestidos “raros”, sin reconocer los comportamientos sospechosos…) . Robos, asaltos con violencia, secuestros y hasta muertos hay en las listas.

Filipinas está en un tercer puesto, ojo. Pero en ese país la cuarta entrega de la serie se centra en el asunto del juego. Para los nacionales, todos los gobiernos han buscado fórmulas para aprovecharse de la pobreza humana. Los coreanos, que se divertían con las apuestas desde la época de los Tres Reinos, se les cortó el grifo durante la época Joseon (estos confucianos…). Recordemos que en Corea del Sur el juego es ilegal, los nacionales tienen prohibida la entrada a los casinos (excepto en el Casino Kangwon Land, con más de 1,360 maquinitas y 200 juegos de mesa: en Corea del Sur, el juego en casinos genera ingresos de trillones de wons, así que se exprime cuidadosamente al turista). El juego online está estrictamente prohibido en Corea del Norte… excepto por los tickets de lotería autorizados por el Estado, entre ellos una intranet gubernamental basada en resultados deportivos. En el Sur, los nacionales pueden jugar a la lotería y las apuestas deportivas (carreras de caballos y ciclismo, quinielas en distintos deportes), pero claro, esto es poco para muchos, así que se meten en negocios mas adrenalínicos. y todos estos garitos virtuales están localizados fuera. Admiten a los jugadores coreanos, claro, cuantos más monedas y criptomonedas se dejen en las ruletas, mejor. Total, el jugador está haciendo algo ilegal, y si le estafan o roban no puede ir a denunciar so pena de ser también castigados. De hecho, algunos famosetes locales han sido pillado con las manos en el teclado y los han empapelado en plan castigo ejemplar, así que son víctimas seguras.

La industria del juego en Filipinas no sólo es legal, sino que hay gente MUY poderosa sacando tajada de estos negocios. La Philippine Online Gaming Corporations (POGOs) un consorcio del juego, se creó y medró durante la presidencia de Duterte (2016-2022), con cientos de compañías registradas oficialmente y miles de negocios subsidiarios. El POGO se estima que contribuye con unos 500 millones anuales de dólares al gobierno filipino (aparte, lo que ganen ellos) y genera cientos y miles de puestos de trabajo. Evidentemente, al gobierno filipino le importa un carajo lo que les pase a los jugadores, y si muchas de las empresas en el consorcio vienen de tiempos mas turbios y amplían su plan de negocios a actividades siniestras y directamente sangrientas, le importa un bledo. Y si hace falta, se deslocalizan a China, Laos, Myanmar, Camboya… y hala, a darse abracitos con quien haga falta. Así que si un día caeis en esas páginas y os excusáis diciendo que “solo es una diversión inocente”, que seáis que un euro metido en el casino online es un euro que sirve para blanquear dinero, apoyar el terrorismo, las triadas y las guerrillas, traficar con seres humanos y droga, vender niños a precio de saldo para hacerles LO QUE QUIERA EL CLIENTE… enfin, que estáis con el teclado metido en sangre hasta arriba


Jo, quería hacer maratón, pero no encuentro las dos ultimas en mis paginas de cabecera 😥😥😥
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me recuerdan las pelis de Bud Spencer y Terence Hill pero en coreano que son mas serios , si de bifetadas se refiere
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