Tirar de la coleta a la niña que te gusta y compartir el bocadillo

So I Married an Anti-Fan (Así Que Me Casé Con un Anti-Fan; No One’s Life is Easy): Y después de unos cuantos posts tremebundos, un poquito de comedia amable y buenrollito (fluffly, que le dice en inglés). Con suavizante del corderito. Masomenos. Porque los personajes sufren lo que les toca para avanzar y madurar, y por el camino ganan libertad, madurez y sabiduría. Y el amor de su vida, hala toma extra bonus. Qué hago yo viendo series de estas de sitcom romántica, y encima emplazadas en el mundillo del k-pop. Placeres culpables, chicas, para qué engañarnos, no todo va a ser exposición de destripados varios, con o sin forense por medio. Un poco de relax postpandrial y luego, por la noche, las policiacas con mucho salpicón. Mejor que enchufarse un Valium, caigo redonda, cuanto mas movidas mas sedantes. Pues como os decía, este k-drama se mete en los entresijos de las producciones basadas en la falsa realidad que venden los programas de realities. Una reportera poco dicharachera que tiene un choque con un cantante famoso, declarándose una antifan del mozo, y cómo los mass media aprovechan para montar un show. Que los entresijos del asunto destrocen a los infelices que, desesperados por sus circunstancias personales, acepten el juego, les da igual. Lo mismo desmenuzan a la desdichada que se acaba de quedar de patitas en la calle que atrapan con papel matamoscas al rústico adolescente que intentaba encontrar un lugar bajo el sol. Ruedecitas que giran y a su vez son giradas por otras partes del engranaje, como los productores de nivel medio, los promotores, los representantes… «Todos aceptaron sabiendo lo que hacían y todos han sacado beneficio», son las excusas que ponen los que meten las vidas en las astilladoras. Como si la angustia y la falta de esperanza de los que así se venden fueran menudencias sin importancia en la compraventa de almas

El guión tiene una estructura clásica en este tipo de comedias: la pareja principal empieza con un traspiés y un malentendido, los dos están de un humor de perros y no se detienen un momento a pensar si realmente lo que han visto y oído es lo que creen.. Así siguen durante todos los capítulos…

La movida empieza con la protagonista descubriendo a su novio comiéndole los morros a otro mozo (ahem…), y cuando la ofendidísima le echa en cara haberla usado de pantalla o papel tornasol para comprobar su homosexualidad, el espabilado le suelta que “eres una irracional, quédate calladita y sé buena”. Frase motivadora y compasiva donde las haya para calmar a una mujer que descubre lo que de verdad le gusta al tipo que la magreaba en la cocina, manda narices. Como echar gasolina a la barbacoa, la llamarada es obvia. Y el cantante superpop es testigo de cómo su exnovia y examigo están hundiéndose en una relación corrosiva y vitriólica, sin que pueda hacer nada para espabilarlos. Así que cada uno echa encima del otro su frustración de forma espectacular (incluyendo un lanzamiento de zapato, complemento que tiene su miga en la historia). Aun así, la periodista gana por goleada en lo de ponerse como una mala bestia contra la persona equivocada, porque el sí intenta no ser tan bicharraco (otra cosa es que le cuelguen cosas que no ha hecho).

Aprendices de mago, a su vez en la cuerda floja

Aquí se aparecen un representante sin escrúpulos (que vendió su alma por enganchar un caballo ganador) y dos productores avezados en los bajíos de los programas variety, esos que juegan a ser informales y relajados, pero están llenos de trampas para los participantes, y los que llevan la voz cantante llevan pinganillo para saber cuándo montar bronca y cuándo ir de buenecitos. Oh, que buena ida juntarlos y simular una convivencia para el despiporre de la audiencia, y a ella la hacemos quedar como una idiota para darle gusto a las groupies del cantante. A partir de ahí lo previsible: los dos acaban enamoradísimos y escondiéndose del ojo mediático y espía para poder tener una vida real

El más sanote y simpático del drama, el mánager. Un tipo leal y benévolo. Paño de lágrimas de unos y otros. Se lleva tan bien con la protagonista, que en el webtoon original el cantante cree que se tiran los tejos, y hace todo lo posible por darles cancha y que se enreden

El argumento básicamente gira sobre las perrerías que se hacen entre sí los protagonistas, al tiempo que se intentan proteger de terceros, y siempre dando un paso atras cuando hay riesgo de hacer verdadero daño. Ya lo dice el mánager del cantante: “Juega contigo y te hace rabiar porque se siente cómodo, no tiene que disimular contigo. Pero en el fondo es un chaval estupendo, que yo lo conozco desde hace años cuando estaba empezando”. Y de hecho el mozo es tan bendito que cuando ella se queda en la calle, le deja vivir escondida de okupa de lujo en el apartamento donde el simula estar viviendo (y que es el que se usarán en la grabación del show), la intenta sacar de todas las movidas que le organizan o se organiza solita…

El drama se basa en un webtoon que a su vez adapta una novela de 2010 del mismo nombre del autor Kim Eun-jung. De ahí sacaron también una adaptación china (que sólo con ver el poster ya da conjuntivitis, la coreana por lo menos está mejor filmada y fotografiada)

Curiosamente, esta producción no se consiguió estrenar en Corea en su momento una vez hecha, y ha estado tres años en el cajón hasta que la compró una cadena coreana de cable y de ahí la recompraron una china (entre otras). Vamos, que estaba gafada. Y encima les entró por el mal ojo a un puñado de espectadores que se portaron como antifans (muy en la línea de la historia). Tampoco es tan mala, hombre, que sí, que acaba a trompicones con “finales felices” en varias subtramas y se saca de la manga cada «milagro»… (¿pero cuanto dinero tenía este chico invertido, que puede pagar la multa? ¿y sus fans le perdonan todo cuando se descubre el pastel?), pero es que si no lo haces esos mismos exquisitos se quejan. 

Que si la pareja principal discute, la secundaria tiene una relación tóxica como el peor veneno y ese final supuestamente feliz con el tipo dependiente de ella, atado hasta la muerte… uffffff, el infierno. ¿Os he destripado la historia? Venga, venga, que no es para tanto, confesad que desde que aparece la pánfila de la “cantante frustrada” tenéis ganas de cogerla de los hombros y sacudirla. O mejor, coger al examigo y dueño de la otra compañía de artistas y meterle la cabeza en agua fría a ver si espabila. Si es que son los dos tal para cual, para qué meterte por medio si al final acabarás escaldado

Lo dicho, esto es una sitcom y como tal tiene su guasa. Puestos a partirse la caja, el mejor trozo es el de la visita a casa de los padres de ella, con un demostración de la capacidad troleadora de los simpáticos habitantes rurales, y no digamos el padre de la chica, que es un troll nivel Dios a la hora de poner a prueba la santa paciencia del “amigo de la niña”. Madreeeee cómo lo torea…menos mal que el mozo es de buena pasta y mucho mas “terrestre” que lo que uno esperaría de un ídolo de masas, encima criado por una madre bastante indiferente… el embrollo familiar da bastantes giros para tenernos entretenidos, pero tampoco es complicado

Aqui, el caballerete de escapada nocturna para respirar aire fresco. El actor, Choi Tae-Joon, de grabar marchó derechito a hacer la mili, y la promoción de la serie se retrasó bastante. A mi me ha gustado.. la cara de palo que pone es la que necesita el personaje, siempre con una máscara para esconder el corazón
Y aqui, Sooyoung, en un momento antifan conjurando a las Furias. No lo hace mal como actriz, y encima cuando no trabaja en dramas canta en un grupo de chicas. Seguro que muchas situaciones con los fans le sonaron totalmente familiares
Tenía que poner el momento escoba del troleo familiar. Con la chaqueta del futuro suegro barriendo el patio de un (precioso) otoño en el pueblo. Y tan contento. Creo que muchos nos sentiremos identificados con la fase «conocer a los suegros y que estos te midan con pie de rey y examinen a fondo»

Pues eso. Reíros con los pellizcos de monjas que se sueltan, ponéos tiernecitos con un «si se veía venir» cuando vayan poniéndose ojitos gradualmente, perdonad los ¿WTF? que meten aqui y allá para levantar la trama, y haceros un ovillo en el sofá que va entrando el otoño y hay bajón de temperaturas

Al rescate de la víctima

Dejando aparte el asunto My Fair Lady (aplicado a un chico que aspira no a entrar en la alta sociedad, sino a triunfar en la música), lo mas llamativo y ciertamente grimoso es el tema de los comportamiento de las fans. Enloquecidas, oiga. Comparado con la realidad, en la serie está muy desnatado el asunto. Todos hemos visto a esas adolescentes desquiciadas haciendo colas de días para pillar una entrada del concierto de su ídolo, hijas de las que en su día entraban en estado de crisis con cada estornudo que soltaba el objeto de su deseo. No voy a meterme ahora en explicar las corrientes del fenómeno fan, que ha sido desde su comienzo una manera de expresar el impulso sexual de las mujeres, so capa de pasión por la música, con la tontería de «lo bien que lo hace, lo guapo que es tal o cual cantante» (que menuda excusa era en casos como el de las fans de Locomía, amos anda…) y de sentirse parte de una comunidad, que lo mismo vale para un cantante con el ojo pintado que para una escritora de engolada pluma o un actorcillo alabado por encima de sus realidades . La cosa es que aquí parece que el tema ahora está limitado a uno o dos cantantes casualmente de importación (mayormente una maniobra de marketing), y allí están en plena euforia con bastantes grupos. Evidentemente, detras están poderosisimos estrategas de publicidad y se mueven fortunas. Las groupies se congregan en tribus, se estimulan las unas a las otras para realizar actividades y se rascan el bolsillo. Yo confieso que ni en mi época Pecos llegué a tanto, no pasé de brincar y saltar en un concierto de Duncan Dhu, y que aparte de forrar carpetas ni se me ocurría meterme en clubs… claro que en aquellos tiempos no teniamos internet, y sí una madre con chanclas voladoras… allí la cosa ha llegado al punto de que se haya creado un término específico, el fan sasaeng, el que se le va la pinza en la adoración a su inopinado objeto de oscuro y turbio deseo, y llega a espiarle, meterse en su casa, amenazarlo… (anda, pero si de eso hemos tenido siempre… si hombre, los famosos stalkers, antes llamados acosadores de famosos…)

La foto de estudio: un dormitorio, un personaje. Toda la foto está basada en tonos neutros (madera y grises) con la única nota de color del dibujo de la mesilla de noche y una minuscula nota de azul en el cuadro de la pared. Hasta el personaje lleva un pijama en colores neutros. Paz y tranquilidad. La iluminación tiene un foco principal en las luces del techo (que funcionan como luz posterior de la típica composición cinematográfica), haciendo un silueteado de luz que separa al personaje del negro de la ventana y el blanco de la colcha, y para rellenar se ha colocado una lámpara en la mesilla de noche con una pantalla traslúcida (probablemente el foco de relleno está escondido detrás en esta toma) y una lámpara de techo en la parte derecha, en equilibrio con los cuadros de la pared de enfrente, y que tiene un efecto «flare» muy suave (esa especie de neblina luminosa). Toda la composición puede dividirse en tres zonas: la cama con el personaje, la subida de la escalera y la mesilla es una zona (con equilibrio triangular, incluyendo la postura sobre un codo), los cuadros con el techo monocromos en la segunda zona, y la parte de la ventana, donde los reflejos de las luces exteriores e interiores animan el bloque negro. Sospecho que la imagen lleva un contundente trabajo de postedición para eliminar los reflejos del equipo de grabación e iluminación (¿creíais que en esta escena se iban a evitar reflectores, focos etc…?¿y que el cámara, los sonoristas, el director, el script y todos los demás se habian vuelto invisibles?¡JA!). Así que si quereis repetirla, contad con el tiempo y esfuerzo del trabajo de edición digital para evitar ser parte de la imagen. Una toma sencilla puede llevar detras mucho más trabajo que otras de aspecto espectacular

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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5 comentarios

  1. Pues no se, otro Salvame pero en coreano como que ya paso y para historia divertida de pareja tirándose los trastos me quedo con Historias de Filadelfia

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  2. Otra peli que también puede seguirse como historia de pareja que se tiran los trastos tenemos La guerra de los Rose, cada cual la que guste

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  3. Pues esta me la vi, y al contrario que normalmente las chinas, que me aburren esta fue capitulo capitulo llegando al final y dije a pues mira, ni me he enterado, no esta mal. Pero mucho mejor con tu análisis tu que sabes mucho mas. me encanta lo que aprendo por aquí. Y si, Paco se ha quedado en cine de barrio, atrasado. ;-P

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