
God’s Quiz (Quiz of God):. Para los que gustan de las series de forenses como a mi, que me aprendía las mejores frases de Grissom para repetirlas en la barra de la cafetería y epatar comedores de croissants. Se grabaron cinco temporadas (es de los poquísimos k-dramas con tanto recorrido), entre la cuarta y la quinta el actor principal (Ryu Duk Hwan) se fue a hacer la mili, casi dos añitos fuera de escena (que en Corea no se andan con tonterías, y están aislados del mundo mundial). Un cruce entre House, CSI: las Vegas y chorretón largo de Fringe, vamos, que solo falta la vaca en el ámbar y el feto de cerdo en el formol… (el que conozca las series me entenderá). Básicamente, el eje donde giran todas las historias son las aventuras y desventuras de un genio que iba para cirujano estrella y se enredó con el tema forense. Es curioso cómo evoluciona el personaje: desde ser un melenudo jovenzano prodigio chachigrunge a un adulto con ramalazos de tristeza y enredando con el Gangnam Style. Digo desventuras porque al pobre le hacen toda clase de perrerías, cobaya humano desde su tierna infancia (ya veréis, ya…), que uno se pregunta pero cómo tiene aun neuronas activas, pobrecito…

Tiene detalles que me gustan, como que el protagonista sea un tirillas bajito y nervioso que se disculpa con su novia (Yoon Joo Hee, otra curranta) por no poder protegerla cual machote (ojo, la novia es una espingarda que le saca media cabeza, es poli y suelta unos guarrazos del quince), que muchas mujeres tienen posiciones de mando en plaza (su propia jefa es una señorona oronda y bragada que ha llegado a la plaza por méritos propios)…

La serie hace mucho hincapié en la necesidad de aceptar, defender y reivindicar a discapacitados físicos y psíquicos (denunciando continuamente su explotación, debe ser un asunto importante en Corea), así como a los que sufren enfermedades genéticas que les generan problemas de salud o simplemente les hacen distintos.

El nombre de la serie, «la prueba de Dios», se refiere a un dicho coreano (que sale citado en muchas otras producciones) sobre que las circunstancias en la vida son tests o pruebas que manda el Cielo, y que lo que cuenta es ver cómo respondes a ellas. No sólo si alguien sufre una enfermedad, una desgracia (o un golpe de suerte), si va a pelear por cambiar su asignado destino… sino cómo responden los que le rodean. ¿Se aprovecharán de su buena fe?¿Le juzgarán y condenarán sin conocerlo?¿Le ayudarán a superar la mala racha?. Vamos, cuarto y mitad del precepto cristiano de las Misericordias, Santiago Peregrino en hábito de pobre y todos los relatos piadosos de «santo camuflado» de la rica tradición medieval europea. Ay Epulón, al infierno que vas por haberle regodeado del pobre Lázaro

En muchos aspectos, parece casi una campaña de propaganda a favor de la necesidad de realizar autopsias para determinar la causa de la muerte en muchos casos dudosos, porque en Corea van por detrás de muchos países equiparables en términos de desarrollo económico, población… Para evitar tener que pelearse con las turbas enfurecidas (e integrar todos los datos obtenidos con diagnóstico por imagen), en la última temporada se presenta una «mesa de autopsias virtuales», la remonda, sin tocarle un pelo al fiambre sale una imagen 3D que puedes ampliar, modificar… que fantasía, dirán algunos, pero la cosa es que ya existe .

Tiene dosis bien administradas de humor «blanco» que son un contrapunto curioso a los casos tremebundos y puntazos gore. Como ese policía de la cuarta temporada (Ahn Nae Sang, un actor que no rueda menos de cuatro dramas y dos pelis al año) que parece el primo oriental de Torrente, los troleos que les mete a los que se le atragantan… Cada temporada renuevan gran parte del elenco dejando solo el «núcleo básico», y de los nuevos personajes los hay con mas o menos gracia (algunos claramente concesión al mundillo de las fans del k-pop), pero el madero greñudo es punto y aparte

Casi todos los asuntos médicos que salen en los casos están perfectamente documentados. El único cuadro en el que se pasan por el forro la realidad es el de un paciente XXY (síndrome de Klinefelter). No, lo siento, la cantidad de cromosomas X da igual, en el momento en que aparece y se expresa el cromosoma Y todo el desarrollo embrionario se orienta y transcribe el «plan B», produciendo un fenotipo masculino, y la orientación sexual puede ser homosexual, heterosexual, bisexual, mediopensionista o con corriente alterna, igual que el vecino sin trisomía en el par 23. Muchas veces estos casos se detectan al hacer un estudio genético de los padres en clínicas de fertilidad (suelen ser estériles), ya que no siempre van a desarrollar todo el síndrome o parte de las características asociadas.

Como siempre, la pifian con las ropas de los forenses e investigadores al llegar a la escena del crimen (que desparpajados van, ni unas tristes calzas) y al hacer las autopsias (ni de broma empiezas a abrir sin tus gafas protectoras y tu escudo facial ¿Y si saltan esquirlas de hueso o te salpican líquidos repugnantes varios? ¿Y si el fiambre es portador de la hepatitis B o el SIDA?). Ya sabemos que no siempre o en todas partes puedes disponer de rumbosos presupuestos de protección (esas autopsias que contaba el doctor Cabeza, lavándose en un cubo de agua helada sacada del pozo…), pero caramba, que se supone que es el mejor departamento forense de Corea, la joya de la Universidad (hasta ahora, la única serie que he visto que es impecable en ese aspecto es una canadiense llamada La Forense, que no les falta un detalle y se identifican perfectamente los personajes). Bueno, y lo que TODAS hacen es poner a los forenses a hacer de investigadores cazando a los malos. Que si no, no hay serie

Ojo a cómo depredan sin pudor en temas, argumentos y anécdotas de otras series (sobre todo americanas) para darles la vuelta. Por cierto… si, el cartel que he elegido, el de la 5º temporada, es una versión 2.0 de la Ultima Cena de da Vinci, no se si todos los que lo han visto se han fijado en el guiño…. Técnicamente correcta, buenas interpretaciones, sin imágenes «de postal» pero si resolutivas. La BSO también hace sus pinitos

plas,plas,plas, entretenida a la par que amena.
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Pues nada que si hacen un capítulo por cada enfermedad rara se eternizan
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