
Item: Para los que visteis en su día Almacén 13 (serie americana de fantasía), no será una sorpresa. Objetos que tienen una historia detrás y se convierten en mágicos, otorgando poderes especiales a sus usuarios. Aunque ya se sabe, los coreanos hacen unos platos combinados curiosos… Pasado el ecuador, están echando unas cucharadas bien colmadas de El Fugitivo. Despliegan algunas historias y cierran otras, enredando entre si a los personajes. Aunque muchas explicaciones se intuyen, hasta casi acabando el drama no entiendes que rayos pasó para haber llegado a ese punto, y cómo acabaron todos conectados

No es éste un k-drama con su romance incrustado, pero sí uno muy amoroso, el amor Filia que da fuerza a padres/padrastros e hijas (el fiscal, el policía, el cura..). Luego los que gusten de acción tienen mucha, para sacar el cubo grande de palomitas.

Y venga a poner patatas fritas de dramón, madreeeee estos coreanos. Los protagonistas no hacen más que desfallecer y empezar a tirar la toalla…eso no está mal, evita que los veamos como a impávidos superhumanos. Las chicas podrían haber aparecido como meros adornos en la historia del protagonista, pero tienen su propia faena. Hasta la niña pequeña es más espabilada y superviviente que muchas petardas de otras series americanas.

Por cierto, sale otra vez la carta de los huérfanos y la iglesia católica. Para ser sólo el 14% de la población, salen en el 90% de los dramas. No es mal tipo el cura, cuidando a sus niños, aunque se haya tomado muy personalmente lo de ser fustigo de los malvados, chas chas.

El malo es malo malísimo, naturalmente, eso sí de gustos educados. Colecciona arte de verdad, y no esas “inversiones económicas” modernas que los ricachones suelen colocar en sus casas. Así que estad atentos a las escenas en que se ven los cuadros de la pared del fondo, a ver cuántos identificáis jejejejeej. Y su leitmotiv (su melodía o música especial asociada) es el Requiem de Mozart. Incluso en una escena se atreven a ponerle escuchando el Dies Irae gregoriano tal cual. Punto para el que ha elegido esas piezas, en vez de alguna musiquita de k-pop o peor, alguna BSO de otra película. Que si el público general europeo puede tener problemas de ofuscación auditiva al oír música clásica y antigua (imaginad un Maluma-like intentando entender algo de Radio Clásica en el año Beethoven), no veas cómo les tiene que crujir el receptor neuronal a un coreano medio cuya base musical se basa sobre todo en la tradición china (creo que tradicional suya queda muy poca) y como mucho, la música occidental del siglo XIX en adelante (cuando se abre el reino de Joseón al mundo).

Como de costumbre, filmado con solvencia técnica, buen plantel de actores y mejor planteamiento del cliffhanger. Los efectos especiales notables, sobre todo en esa escena del choque del tren que es el inicio de todo. Y en general toda la película en la parte del “mundo real” tiene una paleta de colores entre tonos pardos con toques de color azul que le da un aire de “estamos en invierno” que particularmente me encanta. No ese invierno de nieve y abetos verdes sino el de las tierras desnudas, con los cañizos secos y los hierbajos enmarañados. No es un invierno de paisajes bonitos sino el de las afueras de las ciudades, las granjas con graneros y cocheras de planchas metálicas onduladas llena de agujeros por el granizo, los arrabales industriales (la parte del “mundo doble” no, esa es para arrancarse los ojos con los fosforitos)

El protagonista puede que os suene, es el actor zanquilargo de Along with the Gods (peli de culto para los cosplayers y frikis varios, yo soy la parca primeraaa yo la segundaaaaa yo la terceraaaa) y príncipe cazazombis de Kingdom.

Como almacén 13 no,simplemente lo fusila pero con estética pop coreana pero se deja ver con ganas solo por ver que hacen los objetos
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Yo me las veo como quien come pipas así que nunca he caído en un análisis tan detallado, y más teniendo en cuenta que son tan abundantes las series coreanas, cualquiera diría que es algo difícil de hacer, pero entonces no habría tantas. Muy bueno, en otro ratico me la leo con más calma y detalle.
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Eso se llama «visión fotográfica». El fotógrafo o director de fotografía no tiene que pensar cada foto durante minutos, ni componer lentamente… antes de levantar la cámara «ves» la foto y simplemente aprietas el disparador. Y en el trabajo de preproducción, que empieza mucho antes siquiera de pensar en convocar a los actores, el director de fotografía y el director de la peli (y mas gente si hace falta, imaginate la coreografía de una pelea) piensan cada plano y cada toma, producen un storyboard, analizan cada localización… y si eres bueno, o al menos eficaz, cuando llegas a rodar ese día, tienes en la cabeza plan A, plan B, plan C… Por lo que he visto, la escuela coreana sigue a la rusa, es decir el guión da unas pautas o líneas y en el momento de rodar se decide. Los buenos directores escuchan a los actores que aportan cosas, y reelaboran las ideas: cambio la silla de sitio, pruebo otro ángulo de cámara…. En el cine americano actual, sin embargo, el director es poco menos que un machaca a las órdenes del productor que decide TODO, y los actores aportan minucias (con excepciones como Deep que construía sus propios personajes desde muecas y maneras hasta atrezzo). En general esto es como tocar el piano: un pianista leyendo una partitura no «piensa», el ve una nota y directamente aprieta la tecla, aunque muchas partituras requieren un trabajo de estudio para la digitación, la respiración…
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