Esto no estaba en mi libro de samurais

Efectivamente, esto es lo que parece

Kubi: Nada, no sé por dónde empezar a cortar el bacalao. Vamos a dar el primer tajo por lo primero que hemos visto estos meses relacionado con el asunto, la serie americana Shogun, que ha llenado páginas y páginas y que todo el mundo decía que era tan buenísima y tan histórica. Si, está claro que se han gastado una pasta indecente en hacer una superproducción, y para mayor verité han ido a rodar a Japón, con actores japoneses y gran parte del equipo de ese país. Que el director de fotografía se lo ha pasado en grande haciendo iluminaciones naturales, es evidente. Que los actores son buenos, también.

Otra cosa es que realmente la serie sea tan “histórica” como parece y quieren algunos defender. Desde la novela original el autor cambió el nombre de los personajes para evitarse problemas (ponerse la venda antes de la pedrada), aunque los medios hayan insistido en que, guiño guiño, el personaje principal, Lord Toranaga, es un trasunto del personaje histórico Oda Nobunaga (1534-1582) en realidad está basada en un Shogun posterior, Tokugawa Ieyasu​ (1543 – 1616), que sucedió a Toyotomi Hideyoshi (1537- 1598, familiarmente llamado «mono» y «rata calva» por su señor Nobunaga)

Por presumir de “fiel a la realidad”, han acabado etiquetados entre los que conocen las culturas orientales como “ya han vuelto a colar una americanada exótica». Otro problema es que el personaje del piloto inglés, uno de los pocos occidentales (aparte de lo que queda de la tripulación del barco hundido y los jesuitas portugueses), se nos atraganta de medio a medio. Imposible empatizar con ese ceporro ignorante y soberbio, que no se entera ni se quiere enterar de que ha llegado a un mundo tan distinto al suyo que es como si hubiera sido abducido por un platillo volante o el carro de Elías. Claro que bien visto, eso es muy realista, lo del occidental prepotente que es incapaz de plantearse que más vale que cierre la boca y abra los ojos porque no está en el pub de su pueblo trasegando pintas.

La novela original, escrita por James Clavell en 1975 (nacido en Australia, criado en Inglaterra y educado y naturalizado americano) es parte de su Saga Asiática. Un best-seller total: en 1980 se hizo la adaptación como miniserie con un Richard Chamberlain que hizo historia en todas las televisiones. Mucha gente considera la serie de los 80 una adaptación mucho mejor que la moderna. Por cierto, amenazan con hacer una segunda parte americana, aunque el material de la novela ya ha acabado. Pueden seguir tirando de la biografía de William Adams, el modelo real del piloto

Como este es un blog de cine oriental, no voy a comentar nada de la serie americana, y vuelvo con mi teclado (derrapando sobre dos teclas jajajajajajajaja) a esta película, totalmente japonesa, que también se basa en la vida de un personaje histórico y, desde luego, no podrían ser mas distinta los dos daimios. Y que yo os recomiendo encarecidamente aunque tengáis que parar de vez en cuando a tomar aire

La película se centra en el periodo que va desde las campañas contra tres clanes enemigos (Mori, Takeda y Uesugi) y la sublevación de su vasallo Araki Murashige, (que aprovechando el alboroto también ha decidido liarla) hasta el incidente de Honnō-ji y un pequeño colofón. Como subordinados tiene a dos tipos complicados: Akechi Mitsuhide, que ha sido su fiel servidor hasta que levanta banderas contra su señor, y Hashiba Hideyoshi, un tipo astuto y retorcido que opta por mandar a una especie de comando disfrazado de comediantes para que localicen al fugado Murashige, que se esconde en el castillo de Mitushide. Concretamente, en su cama. ¿Eins?

Pues si, esta película tiene mucho argumento desarrollado alrededor de las relaciones homosexuales entre los protagonistas, y sobre asuntos de carne y traición explica la aun no determinada -según los historiadores- razón para los cambios de lealtad que mostraron en la historia algunos personajes

Venga, si, que con un tipo tan volátil como Nobunaga, es creíble que un vasallo que un día fue pareja (al menos, vasallo con derecho a refrote) se plantee cargárselo antes de que Nobunaga lo sustituya por uno más joven y guapo, y le corte la cabeza sin opción a quedar como amigos. Como es razonable que Murashige, un rebelde a la fuga que detecta que ha hecho tilín al dubitativo Mitushide, se dedique a compartir tatami y a devolver la cortesía ofreciéndose como platillo nocturno. Que mire usted, que Nobunaga está completamente pasado de rosca (se lo hace o lo ejerce, que mas dá), que es un tipo explosivo, muy chiflado y muy inteligente, lo cual lo convierte en peligrosísimo. Y encima un hombre complejo que hizo, deshizo y volvió a montar la sociedad japonesa mientras unificaba el país y lo metía a patadas y katanazos en la Historia

Ha chocado en Occidente que un personaje como Oda Nobunaga sea descrito como un homosexual activo y muy dominante que oscila entre las relaciones con otros hombres adultos y la degustación de jovencitos, el shudō (衆道): Quien iba a pensar que unos tipos tan masculinos resultaran ser tan poco aficionados a la piel femenina, caray. En el caso de Nobunaga, el tipo tuvo tres hijos «oficiales» y varios hijos e hijas «en la recámara» con sus concubinas, así que mas que homosexual era un bisexual e gustos dispersos. Un histrión que viste de mil colores, suelta discursos despiporrados y actúa como si fuera tan subido de anfetas como un hard clubber quemando la noche en Roppongi. Nada, no se parece en nada a ese venerable y hermético Shogun que le seguirá en la sucesión del poder y que hace de las suyas en la serie americana.

El vestuario de la película, al revés que la serie -que usaba telas de tonos pardos y amarillos en casi todos los vestuarios -, es una maravilla de colores y telas. Los nobles van vestidos fabulosamente y se nota. Las armas y armaduras de las mil batallitas son muy vistosas (claro, en los almacenes deben tener miles de atrezos de toooodas las series -empezando por los taiga, los culebrones históricos japoneses- y películas de época que se ruedan por allí). El etalonaje va cambiando según las escenas (desde muy saturados a casi BN, con dominantes azules o cálidas…). Aquí y allá nos chocan escenas o montajes “raros”: desde personaje serios que de repente hacen cosas ridículas (el abad sacando la lengua) a cortes en seco de momentos con mucha acción, y largas tomas, donde parece que nada sucede, o la edición organizada con cortes que saltan a las consecuencias de un suceso determinado (¿capasao?¿capasao?).

Son cosas del director, Takeshi Kitano (escritor, comediante, director, productor, actor…), que tiene todo un historial de películas violentas y tirando a estrafalarias (de samurais o de yakuzas) o productos televisivos descacharrados (fue presentador de «Castillo de Takeshi»- Humor Amarillo-), y aquí ha tenido que estudiar a fondo para escribir la novela-ensayo histórico en la cual basar su película.

Hasta ha tenido el poderío de hacer uno de los personajes principales, el superviviente Hideyoshi, que acabará sobreviviendo a todos. Nishijima Hidetoshi, (aquí un poco hábil Mitushide) ha trabajado muchísimo, pero por alguna razón no lo tenemos visto, que cosas… como a Ryō Kase (el volcánico Nobunaga), que aquí hace un papel de muchísimo desgaste físico. Si fuéramos japoneses reconoceríamos a muchos de los actores invitados, empezando por populares comediantes, que hacen su gracia y se van.

Tambien tenemos campesinos aspirantes a soldados profesionales, campesinos metidos a saqueadores, campesinos metidos a tropa de a pie… la cosa es tener gente que mate o pueda ser muerta por docenas

Como os decía, a los japoneses no les ha preocupado que se ponga en pantalla tanta trama de corte homosexual. Para empezar, porque no es novedad que Nobunaga, en su vida real, fuera por ahí poniendo a cuatro patas a sus aliados, pajes o sirvientes. De hecho, el guapo caballerete que en una escena es empitonado por su señor (pudorosamente cubiertos por una estera, pero hala, ahí empujando en plena terraza y recibiendo gente) es otro personaje histórico, Mori Ranmaru, que en la literatura nanshoku del periodo Edo es alabado sin complejos por ser el objeto del deseo de Nobunaga y su servidor mas leal ya que se le ha considerado ejemplo de fidelidad entre amantes: según el relato, fue el quien se encerró con Nobunaga en el asalto al castillo Honnō-ji, le cortó la cabeza cuando cometió sepukku y pegó fuego al castillo para que no encontraran sus restos (aquí en la película cambian un poco el relato tradicional). 16 añitos tenía el chavalote, y guapo a rabiar . Ojo, que lo de que los chicos preadolescentes fueran “captados” por adultos con mayor conocimiento y poder para ser disfrutados sexualmente era algo hasta bien visto en muchos ambientes. Tu te dejas hacer, relaja el ojete como buen pasivo, piensa en lo mejor para tu clan y no te preocupes, que cuando crezcas mantendrás tus contactos. Además, ya sabes, nada te impide tirar a pelo y pluma cuando seas adulto, tu te casas por política, te apañas unas concubinas para divertirte y tener hijos de repuesto y a su vez buscas mocitos de turbadoras carnes. Que como ventaja interesante están a mano en un campo de batalla (esta gente se pegaba el día matándose), no pueden quedarse preñados y son útiles como rehenes de sus clanes y familias. Entre los adultos, eso si, no estaba bien visto, pero ya se sabe, el que manda puede permitirse muchas licencias que en un siervo les pondrían directamente la cabeza en una estaca

Bonito ejemplo de foto panorámica, que demuestra que la figura humana, por pequeña que sea, atrae nuestra atención si o si. Toda la imagen está en tonos azules que despliegn su rango . Sólo un tejado rojo en la isla de la cerecha mueve un poquito las tonalidades para que no parezca una imagen hecha a bas de filtro y tentetieso. El aprovechamiento de la luz solar exigía que se rodara inevitablemente a esa hora, así que toldos para las cámara y cruzar los dedos (qué frio habrán pasado los actores). Los de FX han debido borrar con cuidado todos los elementos moderno (antenas, pararrayos, cables, torres…) que estaban por allí, pero al final a cascala, cortamos la cumbre de las montañas del fondo. Oye, pues no nos ha venido mal la lluvia, así la superficie del agua da unas texturas interesantes que animan los bloques de colr azul. Y todo enfocado hasta el fondo, que se vea bien el lago

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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  1. Avatar de Desconocido

2 Comments

  1. Historia del Japon profundo, relato de las vicisitudes de señores feudales , de como se matan entre ellos, despues de aliarse, traicionarse, combatir, negociar y volver a traicionarse sin mingun rubor h con toda la pasion, no se como la poblacion nipona sobrevivio a semejante matanza y politica de tierra quemada. El final de la pelicula lo expresa todo.

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