
Suzume (Suzume no Tojimari, Suzume’s Door-Locking): Seguimos para bingo con el listado de películas navideñas. Cuando los pacifistas del reposo postpandrial se quejen de que con tanta violencia a ver cómo se puede digerir el turrón, y que dais mal ejemplo a los chavales (¿es que nadie piensa en los niños?), os sacáis este triunfo de la manga, y con cara de inocencia ofendida convocáis a los chavales en el sofá. Ah, dirá algún protestón, esa película la anunciaron a bombo y platillo en su estreno. Vosotros, que estábais contando los días para pillarla en un streaming, os hacéis los tontos, ¿ah si? Leí que era una película muy bonita y de interés para niños y adolescentes. Hala, a traición le dais al play y ya tenéis a toda la familia enganchada, primero al visionado, y luego a la tertulia sobre la película. Me encanta que los planes salgan bien, pensaréis mientras desaparecen los polvorones y el turrón de las bandejas en la cena.

Es que era un tiro fácil caramba. Si conocéis otras obras del director, ya sabéis por donde van a ir los tiros. Grandes catástrofes y sus consecuencias ante las cuales hay que adaptarse (en este caso, con referencia directa y clara al terremoto de 2011), el Japón rural abandonado, adolescentes con «destinos especiales», adultos mas o menos inútiles, la vida cotidiana llena de material «fantástico»… Ya conocimos a la chica que trae el sol, y nos gustó tanto que oyes, por flojita que saliera esta nueva peli, nos animamos a verla. Bueno, las críticas en su gran mayoría la han aplaudido (me fío de la de Rotten Tomatoes, que la puntúa 7.8/10).

Y se cruza con un hombre joven (y guaperas, ojo, que Souta es un bombón) que le pregunta cómo llegar a un lugar concreto, una aldea ahora abandonada. A donde irá este tipo, si desde el terremoto de 2011 está en ruinas. Como tantos sitios en Japón. Y ni siquiera lleva una cámara (podría ser un reportero), o un equipo de topografía (quizás es un agrimensor). Pues allá que voy a cotillear, total estoy aburrida y algo me llama, me llama…. Rayos, que hace una puerta en medio de la nada. Pero adonde se abre, que es esto… y la piedra con la que he tropezado ahora es un gato que sale por patas.

A partir de ahí, la vida de la estudiante se pone boca abajo, y empieza El Viaje del Héroe (bueno, de la Heroína) recorriendo Japón, cerrando puertas, buscando al gato-piedra por todo el país a golpe de Instagram, aprendiendo sobre el sacrificio y el amor Filia (la pobre tía que la busca por todas partes y la quiere con locura), aceptar, superar, recordar sin ira y sin quedarte atrapado… Todo eso cargando con el tipo de antes, y digo cargando porque el gato-piedra lo ha transmutado en silla coja de tres patas, que ella lleva de aquí para allá. Vale, el hace lo que puede. Pero esa heroína salvífica nos enamora totalmente

Lo dicho, preciosas imágenes, que nos llenarán los ojos de belleza. Lástima de BSO, que parece encajada a martillazos. O quizás fue la copia que encontré… porque excepto la que suena en la radio (música accidental) y la canción final, tiene trompicones en su montaje. El argumento gira sobre el personaje femenino, que tienen un gran arco de aprendizaje, y el resto de personajes son los factores con los cuales debe interactuar y aprender a relacionarse de una manera mas adulta. Por lo demás, mis dieses, oyes

Un punto que parece chocar a los que aseguran sentirse decepcionados con la película es el comportamiento de ese gato, totalmente indiferente a lo que pueda ocurrir por “abandonar su puesto”. Ya sabemos que los gatos son seres considerados egoístas y hasta crueles, totalmente dedicados a su propia diversión. Mentiras, claro, todo mentiras de un relato humano empeñado en adjudicar vicios y virtudes a los animales, y que si hace falta cierra los ojos a los contraejemplos. Desde los bestiarios de Aristóteles y el Filólogo, han sido acusados de traidores y volubles. Que si, que en esta historia, madre mía, la que lía con su escapada…

Otros seres sobrenaturales japoneses con forma de gato son Nekomata (el gato de dos colas), Bakeneko (el gato monstruoso, excusa para abandonar a los gatos viejos), Kasha (el Gato Demonio Come-Cadáveres), Gotokoneko (El Gato del Trébede) Iriomote Oyamaneko (El Gran Gato Montés de Iriomote)… O sea, por félidos que no falte

O quizás si que tiene un último propósito: guiar a Suzume al norte, hacer que cierre la puerta y cerrar un bucle del tiempo. Que por el camino la hace sufrir (a ella y a otros) es indiferente, porque en Oriente no existe el concepto de “pecado”, sino el de “propósito”. El objetivo del sintoísmo es la práctica de la pureza (en el budismo, es la práctica de la iluminación), y todo lo que se oponga a ello es Jama (邪魔, lit. ”demonios malevolentes”). Si Souta estorba en el objetivo de Daijin, es un Jama, conque no hay problemas en usarlo de “tope de puerta”.

Que cómo puede sacrificar un kami con ese desparpajo a una persona o dos o cien o mil… pues porque los dioses (y un kami es de naturaleza divina) son amorales, necesitan a los humanos para guiarse con un compás moral que les oriente. Aunque claro, las brújulas y compases están para seguirlos… o no. Y ay de ti si el kami que tienes encima mirándote con ojos calculadores ha elegido a un humano corrupto, criminal, psicópata o sádico para su guía, porque estarás muy, muy jodido



Me dan muchas ganas de verla. Se la propondré a los que vengan estas navidades 😍. Muchas gracias
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Pues que quieres que te diga a mi el personaje masculino me oarece un pelin sadomaso y eso de esperar a que la chica cumpla los años, vamos, que tiene un tufo a pederastia que tira patras, por lo demas , entretenida
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porque es su destinooooooo ya sabes que en el sintonismo no hy pecados sino deberesss
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