Tres zorros, dos tigres y un país para luchar

Tale of the Nine Tailed 1938: Normalmente, intento verme primero todas las temporadas de una serie antes de hacer la reseña, pero esta no he podido contenerme. Primero, porque ya hice la entrada correspondiente a la primera temporada hace tiempo, y la anunciada tercera temporada no sabemos cuando se estrenará (ni siquiera si está confirmado su rodaje). Segundo, porque en cierta medida se puede ver de manera independiente de la temporada original, y basta un somero apunte para ponernos al día con la información necesaria. Así que me pongo a ello y os cuento

Efectivamente, duelo sobre un tren en marcha

Si no visteis la primera parte o la tenéis un poco olvidada (¿cómo podéis olvidar así a nuestros zorros favoritos? ¡sacrilegioooooo!) os aggiorno: érase una vez un dios de la montaña, el gumiho (zorro de nueve colas) pelirrojo Lee Yeon, que después de muchas aventuras y sufrimientos consigue ser humano (ahem… digamos que pierde la inmortalidad y algunos poderes, porque sigue siendo “especialito”) y juntarse con la chica que fue, es y será el amor de su vida. Como sigue en nómina de la Oficina de Inmigración del Más Allá (dirigida por Taulipa, hermana menor del rey Yeomra, que ejerce de gobernante supremo del Inframundo), se ocupa de poner orden en los líos que afectan a seres mitológicos. Esta vez la movida ha sido muy gorda, y la jefa le manda al pasado a resolver el robobo de la jojoya… digooooooo el robo de una piedra mágica. Hala, a sacar la faena. Que no está solo, nooooo, que allá que va su fiel escudero el gumiho veterinario (upssssss que no han llegado juntos… ay madreeeeee), y allí se encuentra con varios conocidos como la dueña del restaurante y el Portero del río Samdo (ya los conocíamos de la primera temporada), su viejos amigos el antiguo Dios de la Montaña del Este (un frustrado) y la antigua Diosa de la Montaña del Oeste (esta tiene un peligrooooo)…

y hasta su hermanastro Lee Rang, el hermanastro con el que mantuvo esa fraternal y complicadísima relación de amor-odio-vivalafamilia que nos tuvo en vilo la primera temporada. Esta vez, viene con su wolf pack de bandidos

Aquí evidentemente no han reconstruido todavía su relación, y volvemos al punto donde empezaron en la temporada 1, porque claro, no había pasado todo lo que pasará en esta temporada (es lo que tienen los viajes en el tiempo). Hasta con su antiguo yo de guardián degradado, deprimido y dependiente (del opio) acaba topándose

Que sigue siendo un tipo violento y resolutivo, no cabe duda. No le cuesta un pestañeo dispararle a bocajarro al soldado que le había agujereado la chaqueta. Ah, pero es japonés invasor, en eso un zorro de nueve colas coreano tiene barra libre de esparcir sesos

Yeon busca por todas partes la piedra mágica, e intenta arreglar los empandullos que el ladrón está provocando (la madre que lo parió… zombies…). Tiene instrucciones de no interferir en los acontecimientos, no sea que haga un pan como unas ostias, pero el momento histórico no puede ser más efervescente; están en plena invasión japonesa de la península, y los coreanos llevan fatal la colonización.

Tratados como ciudadanos de segunda en su propia tierra, que está siendo desarrollada para el beneficio de los colonos y algunos colaboracionistas arrimados al poder, surgen movimientos de resistencia que son reprimidos a tiro limpio.

Vale, eso duele, pero es que no sólo hay soldados japoneses machacando a los aborígenes humanos, es que el Gobierno General ha traído de Japón un destacamento especial de seres sobrenaturales. El Jefe de Policía es un tigre del Amur, tienen contratados como mercenarios a cinco Shinigami (dioses o seres sobrenaturales que invitan a los seres humanos hacia la muerte, o inducen sentimientos de querer morir), y se dedican a cazar y torturar a los dioses y semidioses aborígenes con intenciones poco claras. Así que la resistencia en las calles de Seul se organiza en el plano humano (el grupo de activistas) y en el sobrenatural (Yeon), que acaban entrecruzándose y a la porra la ley de no interferencia.

Acción asegurada, chicos guapos y heroicos, exotismo, chicas badass… pero que mas queréis, sacad las puñeteras palomitas y disfrutad como enanos de los muy patriotas gumihos (y todos los demás)

Perdonad algunas incongruencias del guión, las localizaciones a veces “demasiado aprovechadas” como el salón del hotel, las escenas forzadas para meter un humor poco sutil (como lo de colocarles delantales y ponerles a hacer empanadillas), los efectos especiales flojillos, etalonaje un poco excesivo en la saturación en según que escenas (que igual es la copia que me he bajado, ojo)… y divertíos con las aventuras que se suceden sin dejarnos respirar

Nuestro fiel gumiho dándose cuenta de que el escuadron 731 en Manchuria a donde los llevan no es un sitio tranquilo para pasar la guerra, que lo de estudiar Historia le ha venido muy bien, y que mas vale que salgan del tren por patas

Porque aparte de esos problemillas, es una gran producción. Abundantes escenarios naturales, escenas de acción y pelea excelentes, muchísimos figurantes y actores en papeles secundarios… y los actores principales…¡oh, los actores! Empezando por un Lee Dong Wook repitiendo personaje (¡mi crushhhhh!) y que es el rey de las muecas y los guiños -ademas de soltar aquí y allá esos “ainsssss” conque aliña su diálogo-, siguiendo por un Kim Bum que sigue triunfando en la parte de acción y en la romántica. Mas repetidores: Hwang Hee, el gumiho fiel servidor de Yeon,(que bueno es este tío); Kim Yong Ji, esta vez como humana y fiel luchadora de la resistencia (también se lo curra). Nuevos en la historia encontramos a Kim So Yeon (fenomenal como bruja desatada empeñada en comerse con patatas al zorro mayor), Ryu Gyeong Su (como tercer componente del trío, eterno enamorado sin esperanza, será un muy feroz tigre siberiano pero es un pardillo), Han Gun-Yoo (uy que mono, dame la patita, anda), Ha Do Kwon (anda, este era el estólido enfermero que salía dando ánimos a una de las bebedoras al final de la serie)… Pues eso, montones de actores han aparecido aquí y allá, y siempre dejando buenas impresiones

El villano alevoso y cruel al que disfrutaremos odiando y aplaudiremos en su caída

Una de las delicias de esta serie es ir localizando las referencias cinematográficas y citas literarias que salpican los 12 capítulos como si hubieran hecho una porra de referencias. Desde los zombies ciegos de Tren a Busan (con que rapidez perdonan al culpable de liarla, después de la que se ha organizado en el hotel, virgencita del Pilar de Seul) al Darth Vader asfixiador, pasando por el espadachín ciego de la película o los clásicos del cine de pipas y sesión matinal (“¿que hago yo metido en una película del oeste de tercera categoría?” se llega a preguntar Yeon) Algunas citas son para rebuscar en Internet y constatar que efectivamente, la Green mothers society que menciona Yeon en una escena existe (es una asociación para promover la educación vial de los niños), o que otra escena donde reconocen francamente que la historia está sacada de un cuento tradicional se refiere a Yeon-i and the Willow Boy. Tambien el ritual Saetani (o Taejagwi), en el cual se deja morir de hambre a un niño para crear un espíritu maligno, parece estar sacado del folklore coreano; o la diosa de los baños (de nuevo, folklore coreano). También hay escenas “para el gusto local y familiar”, como la escena de la letrina y el fantasma (¿un trasunto de la japonesa Hanako-san?)

Míralos que majetes los cuatro… ¡tres solteros y un biberón! Principio a sospechar que edad tiene el director y los guionistas. Porque estos son de mis quintas como muy tarde, vistas las referencias
El erotismo de que un estupendo caballero te lave el pelo…¿Memorias de África? ¿Stewart Grange buscando las Minas del Rey Salomón? ¡Nooooo, Zohan licencia para peinar!

No faltan ni siquiera los guiños al cine clásico

…con las escaleras de Odessa…
y el homenaje a Chaplin

El episodio 7 empieza como una broma, y acaba siendo Pirandello (y La Rosa Purpura del Cairo) con el asunto de la realidad falsa. Cine dentro del cine, metacine, homenaje al cine de gansters

No podía fallar la escena de travestismo. Anda que el trio de la bencina (perro -jindo, lobo y zorro)…

Esta vez el protagonista de la historia de amor no es el zorro mayor (que se pega toda la serie resistiendo los avances eroticofestivos de la enamorada diosa y exclamando “¡noooooo, soy un hombre casadooooooo!”) sino el hermanastro atormentado por su condición de mestizo no deseado. Y con quien va a entenderse mejor que con alguien que comparta su dolor como un moyen-moyen que no encaja ni en una categoría y otra. Así que aparece en escena…¡ostias, una sirena coreana! ¿Veis como no hace falta teñir de negro a una sirena danesa?

Como los coreanos no podían estarse quietos, hicieron su propio k-drama sobre “sus” sirenas, The Legend of the Blue Sea, que tuvo bastante impacto. ¿Cómo que está copiada del cuento original de Andersen? bueeeno solo hemos hecho un refrito… naaaaaa, detallitos…. con alienígenas y tal…

Todas las culturas del mundo tienen sus propias versiones de personajes mitológicos que pueden compartir angustias y problemas con sus versiones de toda etnia y condición. En este caso, las sirenas (ineo), que en el folklore coreano (similar al chino) las describe como portadoras de buena suerte, unas diosas que avisan a los pescadores de la llegada de tormentas y otras catástrofes. Como en el chino, las describe como seres talentosos, capaces y bellos, cuyas lágrimas pueden transformarse en perlas. De carácter dulce y bondadoso, son una bendición del mar. La primera referencia apareció en el libro Eou Yadam, escrito en el siglo XVI (reino de Joseon) por Yu Mong-In. Esta era una novela Ya Sa, género que mezclaba hechos reales con imaginarios. Las sirenas son descritas con apariencia de hombres, mujeres o niños (con manos y pies), naricillas afiladas, pelo negro, ojos dorados, incapaces de hablar, y con un exudado aceitoso altamente cotizado (y a veces utilizadas como esclavas sexuales, que asquito da a veces el género humano)

Un corto americano sobre una historia japonesa. Historia de ida y vuelta

La versión japonesa (las ningyo), por el contrario, las incluye en el grupo de los yokais, describiéndolas como criaturas grotescas que pueden traer la guerra a los territorios en cuyas playas aparecen sus cadáveres. Su carne, una vez cocinada y consumida, aporta la inmortalidad, pero como son portadoras de tormentas y mala suerte, los marineros las evitan todo lo que pueden.

La pareja está enmarcada en el arco de la calle, iluminada desde atrás por la azulada duz difusa y la mas concreta blanca de un farol en la pared. El resto de la calle se deja en las sombras para evitar distracciones, y solo unos farolillos aportan algo de luz para animar los bloques de negro. El tercer farol azul nos señala dnde está la pareja y destaca contra el toldillo. La figura masculina tiene una camisa clara que se ve perfectamente sobre el toldillo, y la femenina, vestida de oscuro, se siluetea contra la columna blanca. No son amantes, no son pareja, sino compañeros en la lucha, y se respetan y aprecian. Caramba, que el zorro tambien está casado en nuestra época, hay que ser fiel aunque la camarada sea clavadita a su señora esposa

Publicado por directoraymas

Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo

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  1. Avatar de Desconocido

7 Comments

  1. Como no la he visto o la he soñado por las noches , no puedo emitir juicio sobre ella, mi si me gusta o mo, o si tal escena me suena o es un deja vu, especular no es lo mío asi que no comento nada sobre la serie, hala,hasta la próxima

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