La ciudad sin Sol ni Ley

Twilight of the Warriors: Walled In: Para los que quedasteis embrujados y abducidos por la grandiosa Blade Runner (la original, no esa desustanciada segunda parte que no hay quien la trague) y además echáis de menos las películas “de chinos”, tengo aquí conmigo esta nostálgica delicia que os va a hacer devorar las palomitas y hasta el cubo de cartón, encaramados al sofá en pijama. O en feliz compañía con apoteosis de pizzas y refrescos, para la peli que voy al baño, mejor rebobina que no me entero… Diversión asegurada con un neo-noir de acción y muchas artes marciales.

Al lio, al lío: ambientada en los años 80 en Hong Kong, cuenta la historia de Chan Lok-kwun, un hombre joven con un pasado complicado, que llega como refugiado desde el continente y trata de sobrevivir participando en peleas ilegales. El tipo se deja la pasta comprando un document de identidad falso, pero el jefe mafioso que se lo vende (Mr Big) le tima, le tanga y le toma el pelo. En medio de su desesperación, el estafado le roba un paquete de drogas (ufff el creía que era SU dinero) y sale pitando perseguido por la banda de criminales. Corre que te pillo, se mete a la carrera en la Ciudad Amurallada de Kowloon, una versión a escala humana de un hormiguero rebosante.

El fugitivo se apaña para ir aguantando, que si duermo aquí, que si curro allá… toca aprender las normas y sutiles corrientes que discurren por la caótica ciudad, y de paso hacer contactos con la banda que vigila la ciudad al mando del tal Cyclone, que también es un maestro de artes marciales de la vieja escuela. El que no quería meterse en líos acaba en medio del fregado que se organiza cuando Mr Big quiere apoderarse de la ciudad, que además de ser un paraíso de cualquier negocio del inframundo (drogas duras, prostitución, falsificación, dentistas sin licencia “autodidactas”, médicos ilegales…) será el próximo superpelotazo urbanístico en Hong Kong. Ya podéis imaginaros, tendremos batallas a montones en escenarios tal cual postapocalípticos urbanos

Aunque hay algunas mujeres en el reparto, la mayoría son prostitutas que son maltratadas por sus clientes o sus chulos, como Fanny, cuya hija es testigo de la violencia. No, el mundo de los burdeles y las drogas no es glamouroso ni divertido (los que dicen que «hubieran sido felices viviendo en ese sueño anárquico» sueltan la tontería en su bonita casa con jardín y el lingotazo de whisky en la mano)

Fuegos de artificio, cámara explosiva, buenos personajes (errrrr casi, casi, que el protagonista es el más flojito, porque los tres guerreros-guardianes son fantásticos), buenos actores (sobre todo los veteranos), buena música… y sobre todo un escenario increíble: la Ciudad Amurallada, un entorno recreado que si no supiéramos que existió, pensaríamos que el director de arte montó una farra psicodélica con el encargado de atrezzo, el de fotografía y el escenógrafo y, cuando salieron de Urgencias, lo pusieron todo en papel (bueno, en pantalla gráfica)

Girard, fotógrafo freelance, ya se había metido a explorar con su cámara la selva urbana cuando conoció a Lambot, arquitecto que, al ser anunciada la próxima demolición de todo el bloque, tenia el diablo metido en el cuerpo decidido a contar la historia de los edificios y sobre todo de los habitantes que burbujeaban en sus guaridas, algunos dedicados a la delincuencia, la mayoría gente decente pobres como ratas. No hay dos sin tres, y formaron un trío con la historiadora local recién graduada Emmy Lung. La historia de cómo consiguieron corretear y fotografiar a sus vecinos es digna de una peli solo para ellos. En 1993, editaron la primera versión del libro, y sorprendentemente se vendió muy bien, animándoles a hacer una segunda versión, City of Darkness Revisited, con más fotos y sobre todo más texto, investigación, estudios etc. (pista: la primera versión es localizable en la red tirando de archivos jijijji)

La Ciudad Amurallada de Kowloon, apodada como “la Ciudad de la Oscuridad o la Ciudad Hormiguero/Colmena”, era originalmente un fuerte militar chino que se convirtió en un enclave británico después de que los Nuevos Territorios fueron alquilados al Reino Unido por China en 1898. Su población aumentó extraordinariamente tras la ocupación japonesa de Hong Kong durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que se convirtió en una anomalía política de la historia colonial de la ciudad. En 1990, la ciudad amurallada contenía 50 000 residentes dentro de sus fronteras de 2,6 hectáreas. Desde la década de 1950 hasta la de 1970, fue controlado por tríadas locales y tenía altas tasas de prostitución, apuestas y abuso de drogas, aunque los infiltrados criminales seguían siendo una pequeña fracción del total de habitantes, que intentaban mantener la cabeza sobre el agua a base de talleres clandestinos, negocios miserables, restaurantes capaces de erizas los pelos de un inspector de sanidad calvo e infraviviendas. Aun así, muchos de sus antiguos habitantes recuerdan con cariño sus orígenes, sobre todo la enorme solidaridad que existía entre los habitantes

En enero de 1987, el gobierno de Hong Kong anunció planes para demoler la ciudad amurallada. Después de un arduo proceso de desalojo, la demolición comenzó en marzo de 1993 y se completó en abril de 1994, antes de ser transferida toda la ciudad a control chino. Kowloon Walled City Park se inauguró en diciembre de 1995 y ocupa el área de la antigua ciudad amurallada. El recuerdo del hormiguero humano ha sido inspiración para decenas de obras gráficas, literarias y películas: William Gibson escibió sobre ello en su novela Idoru, Robert Ludlum localizó una de sus novelas de la serie Bourne, se han recreado algunos trozos en parque temáticos de Japón, se han reimaginado en manhuas (Kowloon Generic Romance, Kowloon-jou de Mou Ichido o Kowloon: Soroka) y tal y tal y tal