Como es lógico, en un país que es sintoísta/budista o que aplica una extraña versión del ateísmo, la Pascua como fiesta cristiana no tiene razón de ser excepto para la pequeña comunidad que persevera en su religión, y generalmente es algo privado que ni siquiera merece aparecer en los medios como «fíjate que cosas tan raras hace tu vecino». Eso no quiere decir que no haya cosas que celebrar en la inauguración de la Primavera con el plenilunio de la Luna Rosa o Pascual.
Lo primero que se viene a la cabeza es celebrar un Hanami (花見), actividd dedicada a disfrutar de los árboles en flor (generalmente, cerezos), a ser posible en buena compañía y haciendo picnic en un parque o jardín. Imagen: kimurakami.comO podemos toparnos con el Festival Takayama en el Santuario Hie de la ciudad de Takayama en su edición primaveral (hay otra en otoño), con su desfile de santuarios móviles. Imagen: japanrailandtravel.comO el Festival de Azaleas de Bunkyo. Imagen:timeout.com
Eso si, como buenos iconoclastas los japoneses han adaptado tradiciones occidentales sin complejos. Así que la Pascua es el momento de ponerse hasta las orejas de dulces, ir de aquí para allá como locos cazando huevos de colorines y colocar imágenes kawaii de conejitos, corderitos y pollitos.
En este blog os explican cómo hacer estos huevos tan bonicos Imagen: mag.lexus.co.uk
Apasionada por la fotografía. Mas de 40 años viendo cine de todo tipo y últimamente decidida a hacer sus incursiones en el asunto. Viajera siempre que puede, pudo y podrá. En la mesa lo mismo puede haber una tortilla de patatas que un wok de verduras o una selección de mezzes... Con semejantes antecedentes, solo podía organizar un blog ecléctico entre la curiosidad y el desparpajo
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Kimchimikis 