Nos vamos de mudanza con todo lo puesto

The Wandering Earth (La tierra Errante I y II): De las historias escatológicas, nos vamos a las de tema sci-fi a tope. Dos películas chinas de gran espectáculo, disfrutables en pantalla grande y con palomitas, para desconectar el sentido de la lógica y divertirse mucho. Como dicen algunos comentaristas : una gran producción con buenos FX de alto presupuesto y una parte científica errrrr virgendelamorhermoso, cuanto disparate. Disfrazadas de afirmaciones rotundas, cuelan cada despiporre que no hay por donde cogerlo. A esta supuesta Neo Hard Sci-Fi sólo le faltan dragones y apariciones fantasmales. Vamos a lo negro pues….

Pues la primera película cuenta cómo, en el año 2058, el Sol envejecido está a punto de convertirse en un gigante roja, tragándose la Tierra dentro de los siguientes 300 años. Todas las naciones del mundo se organizan en un Gobierno mundial para trasladar la Tierra desde el Sistema Solar al sistema Alfa Centauri, a 4.2 años luz de distancia, buscando un planeta o al menos un sistema habitable. Para mover el planeta, se construyen unos enormes (ENORRRRRRRMESSSSSS) propulsores planetarios que funcionan con energía de fusión, (los Motores de la Tierra), que se construyen en casi toda la superficie del globo para impulsar al planeta fuera de su órbita y lejos del sol. Los motores funcionan con minerales de la tierra como combustible, extraídos en grandes instalaciones mineras y los humanos trabajan en ellas. Como tienen que detener la rotación de la Tierra, los países primero sufren enormes tsunamis, y luego, a medida que el planeta se sale de la órbita, toda la superficie se congela, así que los supervivientes suertudos (o sea, los que entran en el cupo) se instalan en grandes bunkers subterráneos debajo de los motores.

En la segunda parte, se retrocede varias décadas para explicarnos lo que pasó y cómo se llegó a la primera parte. Intentar justificar a posteriori algunos de los sucesos de la primera película forzó la mano de los guionistas hasta la fractura. Aquí esperas que, en cualquier momento, la IA que enreda empiece a preguntar por Dave. Parece como si los productores hubieran exigido explosiones cada cinco minutos para mantener despierta a la audiencia, y el director, qué remedio, hubiera puesto detonadores por todas partes.

Pues eso, que para disfrutarla (y ojo, el producto visualmente es espectacular y los actores no son malos) mejor la clasificáis mentalmente de fantasía (amoavé, la primera en la frente, si vas a estar consumiendo el planeta durante un viaje de 2500 años cuando llegues no queda nada, como los hermanos Marx destrozando el tren para alimentar la caldera)), os divertís con las imágenes generadas por ordenados y la acción a raudales y hala, a esperar la tercera parte que dicen que se empezará a rodar en 2025 o así. Si os regalan (o sus autoregaláis) un sistema de esos de home cinema, puede ser la opción para disfrutarlo

Todo el asunto parece una respuesta después de la rabieta al ser excluídos de la Estación Espacial Internacional desde 2011, cuando el Congreso estadounidense aprobó una ley que prohíbe el contacto oficial entre los programas espaciales de sus países (la EEI es mía y sube quien yo diga, ea), debido a preocupaciones sobre seguridad nacional (como para fiarnos de los chinos estamos). Desde entonces solo utilizan su propia estación espacial (actualmente, la Estación espacial Tiangong, el Palacio Celestial). De ahi andan subiendo y bajando. Mas adelante, esperan montar una base lunar enorme, y esta vez serán ellos los que pongan portero para decidir quien se aloja y quien no, asunto importante en la carrera de la busqueda de agua y minerales en el satélite